Aurélien Tchouaméni vivió una noche de redención con el Real Madrid tras ser el foco de críticas por su desempeño en la final de la Supercopa de España ante el FC Barcelona. La goleada 2-5 dejó a varios señalados por la afición, y Tchouaméni fue uno de los principales. Sin embargo, en el partido de Copa del Rey frente al Celta de Vigo, el francés dio un paso adelante y transformó los abucheos iniciales en aplausos, demostrando personalidad y compromiso.

De central cuestionado a mediocampista confiable

La irregularidad en la posición de central, donde Carlo Ancelotti lo ha utilizado en 10 partidos esta temporada debido a las lesiones en la defensa, pasó factura al francés. Su desempeño en el clásico estuvo lejos del esperado: errores en marcajes, poca contundencia en los duelos y un bajo promedio de balones recuperados (solo 3, frente a su media de 7,63). Esto lo convirtió en blanco de las críticas.

En el duelo copero contra el Celta, Tchouaméni regresó al mediocampo, su posición natural, y recuperó la confianza. Aunque comenzó bajo una lluvia de silbidos, un disparo lejano al minuto 14, que obligó a Iván Villar a realizar una gran parada, cambió la narrativa. A partir de ese momento, los pitos comenzaron a transformarse en aplausos.

Números que avalan su recuperación

El impacto de Tchouaméni fue evidente en los datos:

• 18 balones recuperados, más del doble de su promedio en la temporada (7,9).
• 9 duelos ganados, casi el doble que en el clásico ante el Barcelona (5).
• 85 pases intentados, su récord en la temporada, superando ampliamente su media de 58,43 por 90 minutos.

Además, mostró personalidad para asumir responsabilidades en la salida del balón y seguridad en las coberturas defensivas. Una intervención clave al inicio de la segunda mitad, cortando un centro peligroso del Celta, fue un ejemplo de su buen nivel.

Respaldo desde el banquillo y redes sociales

Tras el partido, Tchouaméni utilizó sus redes sociales para enviar un mensaje contundente: "Lo que no te mata…", mostrando su resiliencia. Por su parte, Carlo Ancelotti no dudó en defender a su jugador ante la prensa, destacando su fortaleza mental y capacidad para sobreponerse a la presión.

El francés también recibió el respaldo de su compatriota Kylian Mbappé, quien celebró su gol agarrando el escudo y haciendo un gesto de negación, defendiendo al equipo en un momento delicado.