El Lyon vivió una de sus peores noches en la Copa de Francia, al caer eliminado en los dieciseisavos de final ante el Bourgoin-Jallieu, un equipo de la quinta división del fútbol francés. Con un empate 2-2 al finalizar los 90 minutos reglamentarios, los de la Ligue 1 fueron incapaces de superar al modesto conjunto, que se impuso 4-2 en la tanda de penales. Esta derrota histórica deja al Lyon con más dudas que respuestas y trae a la memoria otras grandes sorpresas en la historia de la Copa, como el célebre “Alcorconazo” de 2009.

El Bourgoin-Jallieu, con una sorprendente actuación colectiva, logró frenar los intentos de un Lyon que no pudo desplegar su juego. Los goles de Mehdi Moujetzky, quien anotó un doblete (20’ y 69’), pusieron al equipo de la quinta división por encima. A pesar de las respuestas de Nemanja Matic (45’) y Georges Mikautadze (64’) para igualar el marcador, el equipo de la Ligue 1 no pudo controlar el nerviosismo durante la tanda de penales.

El gran héroe del partido fue Ronan Jay, portero del Bourgoin-Jallieu, quien se erigió como el salvador del equipo tras detener los disparos de Alexandre Lacazette y Corentin Tolisso. Tras un error en el tiro de panenka de Moujetzky, Sofiane Atik fue el encargado de sellar la histórica victoria y dar el pase a su equipo a la siguiente ronda.

Esta derrota del Lyon se convierte en una de las grandes sorpresas en la historia reciente de la Copa de Francia, recordando a los aficionados los momentos más duros para los clubes grandes del fútbol francés. No se puede evitar rememorar aquel fatídico 27 de octubre de 2009, cuando el Alcorcón, en ese entonces en Segunda B, goleó al Real Madrid 4-0 en la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, un hito que, al igual que la caída del Lyon, pasará a la historia como una gesta inesperada y dolorosa para los grandes equipos.

El Lyon, con su derrota ante el Bourgoin-Jallieu, debe ahora reflexionar sobre su desempeño y la falta de concentración ante un rival claramente inferior. Mientras tanto, el equipo de la quinta división celebra una victoria que quedará grabada en su historia, como una de las grandes gestas del fútbol francés, comparables a la de otros equipos menores que lograron sorprender a los gigantes de su país.