París Saint-Germain alzó este sábado su 16ª Copa de Francia, la octava desde la llegada del grupo catarí al club y la segunda en la era Luis Enrique, luego de vencer 3-0 al Reims en el Estadio de Francia. Frente a más de 77 mil personas, el conjunto parisino fue ampliamente superior a un rival que apenas ofreció resistencia.

El triunfo representa el sexto título para Luis Enrique desde su llegada al banquillo, aunque el séptimo —la ansiada Champions League ante el Inter de Milán— será el que defina si su temporada fue histórica o no.

Un trámite desde el primer tiempo

Desde el inicio, el PSG mostró que no iba a guardar nada. Con la mente puesta en la final de Múnich, el equipo parisino salió con actitud ganadora y alineó a gran parte de su cuadro titular. En cambio, el Reims pareció más enfocado en su próximo duelo por el descenso ante el Metz que en disputar el título.

Los goles no tardaron en llegar. Al minuto 16 y 19, Bradley Barcola marcó un doblete tras una gran conexión con Desiré Doué, y al 43', Achraf Hakimi puso el 3-0 definitivo tras una asistencia del propio Barcola. El dominio fue total y la diferencia pudo haber sido aún mayor.

Sin oposición y con la mira en el Inter

El Reims, pese a su historia y a no haber perdido contra el PSG en esta temporada, fue completamente superado. Con una victoria, habrían asegurado un boleto a la próxima Europa League, pero ahora ese lugar será para el Lyon.

Luis Enrique utilizó una alineación muy cercana a la que planea usar contra el Inter de Milán el próximo sábado en la final de la Champions League. Aunque dejó fuera a Gianluigi Donnarumma, el resto del equipo mostró la estructura base con la que intentará hacer historia en Europa.

Durante la segunda mitad, el ritmo bajó considerablemente. Ninguno de los dos equipos presionó con intensidad, conscientes de que sus verdaderas prioridades están en otro torneo. Aún así, París Saint-Germain cumplió con su parte y se llevó un título más a sus vitrinas.

La noche en Saint-Denis fue una celebración tranquila para el campeón de la Ligue 1, que ahora concentra toda su energía en lo que podría ser el título más importante en la historia del club.