Kylian Mbappé se toma muy en serio su papel de capitán. Ya sea en sus declaraciones contundentes fuera del campo, asumiendo responsabilidades y mostrando liderazgo en el terreno de juego, el nativo de Bondy asume con gran rigor su nuevo rol dentro del grupo tricolor desde la retirada internacional de su predecesor, Hugo Lloris, quien por cierto también ha sido elogioso con él. Con esta nuevo rol, Kylian Mbappé también tiene el papel de unir a su equipo antes de una batalla.

Así, es con una naturalidad desarmante que el delantero pronunció un discurso en el vestuario para motivar a sus compañeros, apenas minutos antes de entrar en la arena para enfrentar a Austria. 

"Vamos, pase lo que pase. El árbitro, el terreno, los aficionados... Siempre responder con nuestro juego. Tenemos jugadores para jugar. Mantenemos el balón en el suelo, jugamos con personalidad. No importa lo que pase, presionando o no presionando, no es nuestro problema. Hemos trabajado en la presión, especialmente en los primeros quince minutos", enfatizó el capitán en imágenes transmitidas por TF1, también centrado en los detalles.

"No dejamos a nadie atrás"

"Disfruten, chicos, son buenos momentos. Son partidos de la Eurocopa. No tenemos miedo de nada. Si jugamos nuestro juego, tendremos éxito. Cuidado con las jugadas de estrategia, son detalles pero son importantes. Presten atención a la posición", continuó en medio de las intervenciones de sus generales Antoine Griezmann y Olivier Giroud, quienes siempre están ahí para guiar a Les Bleus. 

"Tenemos que ser proactivos. Independientemente de lo que pase, en términos de juego y decisiones, no abandonamos a nadie. Si alguien está luchando, lo llevamos con nosotros. No dejamos que nadie se hunda. Necesitamos estar unidos", concluyó, frente a un grupo de compañeros concentrados y listos para la batalla.

Tanto conmovedor como poderoso, este discurso tuvo su efecto ya que el equipo francés respondió con compromiso físico, sacrificio y solidaridad en su victoria contra un lado austriaco agresivo. Y la nariz de Mbappé como capitán no dirá lo contrario.