Entre la general intrascendencia de casi todos los miembros de Inglaterra, errática durante toda la Eurocopa salvo instantes salvadores protagonizados por Jude Bellingham, destaca la desaparición de un jugador clave en su club como Bukayo Saka, que aún no ha sido relevante en ninguno los cuatro partidos y de quien se espera una reacción para dar la razón a la insistencia de Gareth Southgate en su empeño por incluirle en el once.

El crédito de Saka en la Eurocopa se agota partido tras partido y ya solo quedan tres si es que Inglaterra llega a la final. Su aportación en la fase de grupos (Serbia, Dinamarca y Polonia) y en Octavos de Final (Eslovaquia), no ha sido la misma que la que lució en el último año con el Arsenal. 

Con un fútbol testimonial, podría ser uno de los cambios de Southgate para el decisivo choque frente a Suiza en Cuartos de Final. Nombres como Cole Palmer piden una oportunidad a gritos. Y es que las estadísticas en promedios de 90 minutos de los encuentros que ha disputado con el Arsenal en el último año (un total de 46) y con Inglaterra (9), no ayudan a Saka. 

Parece que Gareth Southgate no consigue exprimir a su jugador tan bien como lo hace Mikel Arteta. Para empezar, con el Arsenal, ha promediado casi medio gol por partido (0,44), mientras que con Inglaterra la cifra se estanca en un vacío total. Simplemente, no ha celebrado ningún tanto.

Peor en Inglaterra que con el Arsenal:

La media de disparos con los “gunners” es de 2,67 por cada 90 minutos por los 1,83 con el conjunto británico; a puerta, Saka lanza 0,96 con el Arsenal, mientras que con Inglaterra todavía no ha dirigido ninguno entre los tres palos en sus últimos nueve encuentros; en el terreno de las asistencias, también es mejor en el Arsenal, con 0,24 por las 0,14 que ha firmado con su selección; además, en su club ha dado 0,66 pases clave, 1,84 pases al área con éxito, ha hecho 2,95 recuperaciones en campo rival y 3,67 regates con éxito, mientras que en Inglaterra esas estadísticas alcanzan valores menores: 0,28, 1,69, 1,83 y 3,52, respectivamente.

Hasta Cuartos de Final, otros temas han tapado la ausencia del buen fútbol de Saka, oculto mientras el foco apuntaba al trabajo de Gareth Southgate, muy criticado antes y durante la Eurocopa; también otros nombres que no jugaban y a quienes se pedía para mejorar la imagen de Inglaterra, llamaban la atención mediática. Fue el caso de Cole Palmer o de Kobbie Mainoo. O incluso Jude Bellingham, en el objetivo para lo bueno y para lo malo: inició el torneo como un héroe por su gol a Serbia, empezó a bajar a los infiernos por su bajón sobre el césped y fue encumbrado de nuevo gracias a su maravillosa chilena a Eslovaquia con la que salvó el pellejo a todos.

Ahora, en el momento de la verdad, el que tendrá que afrontar Inglaterra ante Suiza, Soutghate tendrá que sacar a sus mejores fichas. Y, una de ellas, no es Saka, que navega entre la bruma mientras Cole Palmer, en los pocos minutos de los que ha disfrutado en la Eurocopa (74 por los 336 de Saka), ha dejado muchos destellos de calidad con el desborde y la verticalidad que atesora en sus botas.