El experimento fallido de Southgate con Inglaterra
El técnico apostó por Trent Alexander-Arnold como pivote en el centro del campo para esta Euro y ha resultado un error monumental.
Sin un ancla firme que equilibre el centro del campo de Inglaterra, la apuesta por Trent Alexander-Arnold, un defensor excelente pero errático como pivote, ha resultado un error monumental que pesa en el combinado británico, carente de buen juego, criticado pese a sumar una victoria y un empate en sus dos partidos de la Eurocopa y con Gareth Southgate en el ojo del huracán por sus decisiones.
Parece que el seleccionador de Inglaterra anda con paso firme hacia su final y hace todo lo posible por conseguirlo. Ya antes del inicio del campeonato, en una entrevista con 'Bild', anunció a bombo y platillo cuáles son sus intenciones después de la Eurocopa tras casi ocho años en el cargo: "Si no ganamos, me iré", afirmó. De momento, con el mal fútbol que ha mostrado su equipo, en parte por culpa de sus experimentos, el camino hacia la victoria es una quimera. Por tanto, su salida parece un acontecimiento probable de futuro.
Y la más polémica de sus apuestas, la de colocar a Alexander-Arnold en el centro del campo, ha sido la que ha podido descolocar a un equipo plagado de buenos jugadores que no terminan de dar con la tecla.
En su estreno, con victoria pírrica ante Serbia (0-1), el buen partido de Jude Bellingham ocultó los problemas del combinado británico, envuelto en una espesura tremenda e incapaz de mostrar una consistencia necesaria para avanzar lejos en la Eurocopa.
En aquella puesta en escena, Alexander-Arnold ya tuvo que escuchar algunas críticas por su actuación. Incluso fue sustituido en el minuto 69, pero el 'efecto Bellingham' y la victoria británica diluyeron cualquier intento de cambio por parte de Southgate, que volvió a apostar por el lateral derecho del Liverpool para enfrentarse a Dinamarca en una posición que desconoce casi por completo.
Y, otra vez, Inglaterra jugó fatal, sólo que en esta ocasión no hubo ni victoria ni un Bellingham que ocultara los problemas de su selección. A Southgate, después de su fracaso, no le quedó más remedio que reconocer algo evidente.
Kalvin Phillips, deseado y fuera de la convocatoria
"Sabemos que es un experimento, no tenemos reemplazo natural para Kalvin Phillips, pero estamos probando algunas cosas diferentes. Por el momento, no estamos fluyendo como nos gustaría, eso seguro", dijo el seleccionador de Inglaterra.
Southgate puso sobre la mesa el nombre de Phillips, a quien no ha citado para la Eurocopa. Estaba disponible, aunque su temporada, cedido en el West Ham por el Manchester City, no ha sido muy buena. Por eso Southgate dejó fuera a un hombre que fue una pieza clave en el camino de Inglaterra hacia la final de la pasada Eurocopa. Curiosamente no llamó al hombre por quien suspira. Y ahora, llora su ausencia después de experimentar con Alexander-Arnold.
El jugador del Liverpool, mientras, se vio señalado otra vez. Ante Dinamarca fue sustituido diez minutos antes que en el primer partido. Salió del terreno de juego en el 59 sin conectar en absoluto con Declan Rice, con una asociación entre ambos inexistente y superados por la veteranía de Christian Eriksen. Otra vez, entró Connor Gallagher en su lugar para tratar de enderezar el juego de los 'pross'.
Gallager tampoco aportó nada nuevo en el tiempo que ha estado sobre el verde. Entonces, ¿qué soluciones tiene sobre la mesa Southgate? Bellingham puede retroceder unos metros para dar entrada a Cole Palmer, aún sin minutos; puede insistir con Gallagher o también puede apostar por dos jóvenes que esperan su turno: Adam Wharton y Kobbie Mainoo. Y si aún no hay una solución certeza a la vista para el problema de Inglaterra, sólo hay una cosa que sí está clara: a Southgate se le han quitado las ganas de más experimentos con Alexander-Arnold, que abandonará para siempre el centro del campo.