Kylian Mbappé se rompió la nariz en el debut de Francia en la Eurocopa y tuvo la fortuna de poder seguir en el torneo, pero usando una máscara a la que no termina de adaptarse todavía.

El francés probó diferentes modelos en busca de la mayor comodidad, pero le está costando encontrarla. 

En concreto son dos las molestias principales que afectan a Kylian durante los partidos: una tiene que ver con el sudor que le provoca llevar la máscara, que puede incluso entrarle en los ojos.

"Kylian puede secarse el sudor de tanto en tanto, pero se está adaptando a ello", dijo Deschamps en rueda de prensa. 

La otra molestia tiene que con la visión. Y el propio técnico de Francia explicó lo que Mbappé le transmitió: "Kylian mencionó que la máscara hace que todo se vea en 3D, lo cual puede causar desorientación".

Deschamps matizó que "la visión directa es clara", pero es "la visión periférica" la que se ve "de alguna manera afectada" por el uso de la máscara.

Sin embargo, el entrenador galo advirtió que Kylian Mbappé "tendrá que acostumbrarse a usarla" porque la va a tener que llevar "varias semanas o incluso meses" para poder jugar con seguridad.