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¿Peligra el Mundial de Clubes por las protestas en Los Ángeles?
A pocos días del debut del Atlético de Madrid en el Mundial de Clubes, programado para el próximo 15 de junio, la ciudad de Los Ángeles atraviesa momentos de gran incertidumbre social que podrían dificultar el desarrollo del torneo.

Desde el pasado 6 de junio, las calles de la ciudad californiana han sido escenario de manifestaciones por medidas migratorias impulsadas por la administración del presidente de Estados Unidos.
La situación ha escalado al punto de que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó un toque de queda vigente hasta este miércoles a las 6:00 a.m. (hora local), una decisión que las autoridades han calificado como “necesaria para proteger vidas y salvaguardar propiedades” tras varios días consecutivos de conflicto. – comentó en rueda de prensa durante el anuncio de las medidas.
Este contexto de inestabilidad ha encendido las alarmas entre los aficionados al fútbol: ¿Está en riesgo la celebración del Mundial de Clubes en Los Ángeles? La preocupación aumenta a medida que se acerca el esperado duelo entre el Atlético de Madrid y el París Saint-Germain, actual campeón de la Champions League, previsto para el domingo 15 de junio.
La postura de la FIFA
Hasta el momento, la FIFA, presidida por Gianni Infantino, no ha emitido ningún comunicado oficial respecto al impacto que podrían tener las protestas en la organización del torneo. Sin embargo, Meg Kane, directora ejecutiva del comité anfitrión de Filadelfia, reconoció recientemente en un evento celebrado en Nueva York que las políticas federales en materia migratoria han generado serios desafíos logísticos. Declaró en The Guardian
¿Qué sucederá con el Atlético?
Los días previos al debut, especialmente entre el 12 y el 14 de junio, serán clave para definir si se mantiene el itinerario original o si se activan medidas alternativas. La FIFA contempla tres posibles escenarios ante la evolución de los disturbios:
1. Continuar con el plan actual, confiando en el protocolo de seguridad establecido y en la capacidad de las autoridades locales para contener los focos de tensión.
2. Repliegue parcial, en caso de que las protestas se intensifiquen, lo que podría implicar cambios de hotel, refuerzo de escoltas y entrenamientos en instalaciones cerradas.
3. Medida extrema, que incluiría la posible reubicación de partidos o sesiones de entrenamiento a otras ciudades estadounidenses con mayor estabilidad, aunque esto implicaría un desafío logístico considerable para equipos, medios y aficionados.
Por ahora, la incertidumbre reina en torno a la disputa del torneo en suelo angelino. El balón sigue detenido, al menos fuera del campo.