Una fiesta familiar con ADN riverplatense

Venice Beach se tiñó de rojo y blanco. La costa californiana fue tomada por hinchas de River Plate que, sin importar la distancia ni el clima, dijeron presente para apoyar al club de sus amores antes del choque ante Monterrey en el Mundial de Clubes. Familias enteras, muchas con raíces argentinas, se dieron cita para una caravana llena de cánticos, camisetas, banderas y emoción.

El ambiente fue de celebración total. Entre las historias más conmovedoras estuvo la de un niño llamado Santi, nombrado así en honor al estadio Santiago Bernabéu, con un segundo nombre también simbólico: Marcelo, por Marcelo Gallardo. Su hermano se llama Enzo, por el ídolo Enzo Francescoli. “Es una tradición familiar. Todos somos de River”, dijo su madre, emocionada.

El evento no fue improvisado. “Trabajamos durante meses con las filiales de California y Los Ángeles para reunir a todos los hinchas”, comentaron los organizadores, quienes lograron una convocatoria masiva. La pasión se expresó incluso en pequeños detalles, como uñas decoradas con los colores del club o el entusiasmo de una hincha embarazada que, entre risas, dijo que su bebé “ya es de River desde la panza”.

Viajes, conversiones y sueños mundialistas

Entre la multitud también hubo testimonios de hinchas que lo han dado todo por seguir a River Plate. Una aficionada recordó cómo viajó 50 horas en avión solo para ver al equipo por un día en Japón, España o Colombia. “Ver a River es más que fútbol. Es familia, es amor, es vida”, aseguró.

También hubo espacio para las anécdotas personales. Una mujer confesó que antes era de Boca Juniors, pero fue convertida por su esposo e hijos: “Si no puedes con ellos, úneteles”. Ahora, se declara una fan más del equipo de Núñez.

Respecto al duelo ante Monterrey, la afición fue clara: “Va a ser un partido duro, pero ganamos 2–1”. Con ese optimismo y devoción, los hinchas se preparan para seguir a River a donde sea, incluso de regreso a Seattle, si el equipo avanza.

La caravana en Venice Beach fue solo una muestra más de lo que representa River Plate para su gente: una pasión que no conoce fronteras.