Chelsea tiene una nueva estrella. Un socio ideal para el buque insignia del equipo con Cole Palmer. Se trata de Joao Pedro, fichado el pasado 2 de julio, y pieza clave para que el conjunto dirigido por Enzo Maresca conquistara el Mundial de Clubes el domingo, tras vencer al PSG.

Una historia marcada por la tragedia

A sus 23 años, Joao Pedro no solo brilla dentro del campo, sino que arrastra una dura historia de vida marcada por el dolor, la lucha y la superación. Cuando apenas tenía un año, su padre, José João de Jesús, conocido como Chicao y exfutbolista profesional (jugó en Botafogo-SP), fue condenado a 16 años de prisión (de los cuales cumplió ocho) por ser cómplice en un asesinato.

Su madre, Flavia, ya separada de Chicao en aquel momento, se hizo cargo sola de su crianza. Joao Pedro creció con el sueño de ayudar a su familia económicamente, un objetivo que logró cumplir gracias al fútbol.

Del Fluminense al mundo

El Fluminense fue el club que le dio la oportunidad de debutar como profesional, y desde ahí comenzó su ascenso. Pasó al Watford, luego al Brighton, y finalmente fue traspasado al Chelsea este mes de julio.

El destino quiso que en semifinales del Mundial de Clubes, Joao Pedro enfrentara a su exequipo, Fluminense, al que eliminó con un doblete. En la gran final frente al PSG, volvió a ser protagonista al marcar el tercer gol del partido, tras una asistencia de Cole Palmer.

De Río a campeón del mundo

Joao Pedro se encontraba de vacaciones en las playas de Río de Janeiro cuando recibió la llamada del Chelsea. En cuestión de días, se unió al equipo y terminó levantando su primer título internacional.

“Lo primero que hice después de ganar fue llamar a mi mamá y decirle: ‘Mamá, estoy muy feliz de haber cumplido mi sueño de ganar mi primer trofeo como jugador profesional’”, confesó el delantero brasileño.

Una historia que inspira

La historia de Joao Pedro es un verdadero ejemplo de superación. Desde una infancia difícil hasta convertirse en campeón mundial de clubes con uno de los equipos más importantes del planeta, el joven brasileño no solo alcanzó su sueño, sino que también pudo agradecerle a su madre todo el esfuerzo realizado para llevarlo hasta donde está.