El Barcelona de Hansi Flick sufrió un duro revés el domingo, perdiendo la potencia ofensiva que había sido una de sus principales fortalezas en este inicio de temporada. El equipo, que se había mostrado como un auténtico poderío ofensivo capaz de destrozar a cualquier rival, se mostró inofensivo sin su estrella, Lamine Yamal, quien quedó fuera por una lesión en el tobillo derecho. Esta ausencia fue similar a la única otra derrota de la temporada en LaLiga, ante Osasuna (4-2), donde Yamal también no fue titular.

Sin el talento de 17 años, el Barcelona se mostró indeciso, desorganizado y, en ocasiones, lento en ataque. La incapacidad para generar oportunidades de gol significativas se resumió en una estadística que describe perfectamente el caos vivido en el Reale Arena: cero remates a puerta. 

Esto significó que el portero de la Real Sociedad, Alex Remiro, vivió uno de sus partidos más plácidos, sin tener que realizar ninguna parada. Siendo justos, Remiro sí logró evitar un gol claro tras un rebote de Aramburu, que desvió un centro de Fermín López, pero fuera de eso, el ataque del Barcelona fue inexistente.

Este fue el primer partido de la temporada en el que el Barcelona no logró marcar, ya que en los 16 partidos oficiales anteriores siempre había conseguido al menos un gol, incluso en las derrotas (como contra el Mónaco y Osasuna). De hecho, el equipo de Flick se había convertido en el máximo goleador de Europa, con un impresionante balance de 55 goles en 16 partidos antes de este encuentro. Su capacidad ofensiva había sido la seña de identidad del equipo, con siete partidos consecutivos marcando tres o más goles, incluyendo victorias destacadas sobre equipos como el Real Madrid y el Bayern de Múnich.

Sin embargo, en esta ocasión, y a pesar de haber registrado 11 remates, ninguno estuvo cerca de poner en aprietos a Remiro. Y en la única ocasión en la que sí lograron marcar, el gol de Robert Lewandowski fue anulado de manera controvertida por el VAR, lo que aumentó aún más la frustración de los azulgranas.

El Barcelona ahora enfrenta un desafío importante para recuperar el nivel que mostró al inicio de la temporada. El equipo de Flick había sido la máxima expresión de un ataque imparable, pero esta derrota dejó al descubierto una vulnerabilidad que hasta ahora había permanecido oculta. La gran pregunta es si el Barcelona podrá retomar su forma y volver a ser el equipo ofensivo que dominó al inicio de la temporada. La derrota ante la Real Sociedad sirve como un recordatorio claro de que, sin sus jugadores clave, el equipo puede tener serias dificultades para encontrar su ritmo.

¿"Laminedependencia"?