La montaña rusa emocional de Frenkie de Jong en el Barcelona dio un nuevo giro recientemente, cuando el mediocampista neerlandés enfrentó un inesperado revés. Tras cinco meses fuera de los terrenos de juego debido a una lesión en el tobillo, De Jong regresó con buen ritmo en sus primeros partidos, incluyendo una destacada actuación contra el Young Boys el 1 de octubre. Sin embargo, un nuevo susto durante el partido contra la Real Sociedad lo hizo derrumbarse emocionalmente en el vestuario, recordándole las dificultades que aún enfrenta en su camino hacia la plena recuperación.

Durante la primera mitad del partido, De Jong sufrió dos golpes dolorosos, uno en la tibia y otro en el tobillo, que hicieron temer una posible recaída en su lesión. El dolor y el miedo a un nuevo contratiempo afectaron visiblemente al centrocampista, quien fue visto llorando en el vestuario durante el descanso, según cuenta David Bernabéu en el diario Sport. El entrenador Hansi Flick, sin querer arriesgar la salud del jugador, decidió sustituirlo por Dani Olmo, marcando el fin de su participación en el encuentro. De Jong abandonó el estadio cojeando, aún afectado por el dolor en la zona cercana a su rodilla izquierda.

Afortunadamente, las evaluaciones médicas posteriores confirmaron que el neerlandés no sufrió una lesión grave, lo cual trajo alivio tanto para el jugador como para el club. Sin embargo, la reacción emocional en el vestuario evidenció un problema más profundo: la lucha de De Jong con la confianza en sí mismo desde su retorno a las canchas. Se le ve jugando con cautela, evitando entrar en divididas, evitando los regates y sin atreverse a realizar disparos, afectado por el temor a una posible recaída que aún afecta su rendimiento.

Su reciente incorporación a la concentración de la selección de Países Bajos para los partidos de la UEFA Nations League contra Hungría y Bosnia Herzegovina podría ofrecerle la oportunidad de seguir avanzando de forma gradual. Bajo la dirección del entrenador Ronald Koeman, el internacional neerlandés podría tener una ocasión para recuperar confianza y sumar minutos importantes en el campo. Sin embargo, su camino hacia la recuperación total no solo es físico, sino también mental, ya que aún debe vencer los temores persistentes de una recaída que marcan su juego.

Con el Barcelona enfrentando otras lesiones significativas de jugadores clave como Lamine Yamal y Robert Lewandowski, Flick se encuentra dirigiendo a un equipo en una situación precaria, con opciones limitadas y varios futbolistas tratando de regresar a su mejor forma. Para De Jong, la temporada sigue siendo una prueba constante, donde tanto la resiliencia física como la determinación mental serán esenciales para lograr su éxito definitivo en el terreno de juego.