Una remontada aplastante liderada por Barcelona

El Barcelona se impuso nuevamente al Real Madrid, esta vez por 4-3 en Montjuïc, sumando su cuarta victoria consecutiva en El Clásico. A pesar de que Kylian Mbappé puso adelante al conjunto blanco con un doblete en los primeros 15 minutos, el equipo de Hansi Flick reaccionó de forma inmediata, remontando con goles de Eric García, Lamine Yamal y Raphinha antes del descanso.

Pero más allá del resultado, un dato estadístico evidenció la abrumadora superioridad azulgrana: desde el minuto 13:39 hasta el 37:32, el Real Madrid no logró dar un solo toque en campo rival. Fueron casi 23 minutos en los que el equipo blanco se vio completamente superado, sin capacidad de construir juego ni contener la ofensiva catalana. Durante ese tramo, el Barcelona impuso su ritmo y encerró a los de Carlo Ancelotti en su propio terreno.

Sin energía, sin reacción y sin respuesta

El dominio del Barcelona no solo se reflejó en la posesión y el marcador, sino también en el aspecto físico. El equipo local acumuló un total de 108 kilómetros recorridos frente a los 98 del Real Madrid, una de las cifras más bajas del conjunto merengue en toda la temporada. La diferencia de 10 kilómetros evidencia la falta de intensidad y energía de los visitantes, especialmente durante los minutos clave del primer tiempo.

Ni siquiera la entrada de jugadores como Jude Bellingham, quien apenas logró un cabezazo en ese lapso, ni los intentos de Vinícius Jr. por desbordar pudieron cambiar la tónica del encuentro. El primer pase completo del Madrid en campo rival no llegó hasta el minuto 40:05, con un balón largo de Marco Asensio que Vinícius no pudo controlar.

Flick celebra y el Barça acaricia el título

Con este triunfo, el equipo de Hansi Flick queda a un paso de consagrarse campeón de LaLiga, completando una temporada de ensueño en la que ya ganó la Supercopa y la Copa del Rey, ambas también ante el Real Madrid. La contundencia con la que se impusieron en el Clásico no solo reafirma su dominio, sino que deja a los blancos sin argumentos en el tramo final de la campaña.

El dato de los 23 minutos sin avanzar al campo rival quedará como una de las imágenes más duras de la era Ancelotti, en un partido donde ni Mbappé pudo evitar el colapso blanco.