Gerard Piqué nunca ha ocultado su deseo de volver al FC Barcelona en el futuro, y aunque la labor de entrenador no le atrae, la presidencia del club sí. En noviembre de 2022, tras anunciar su retiro, el exdefensor confesó en Twitch que le gustaría asumir el cargo algún día. Ahora, dos años y medio después, la idea sigue rondando su mente, aunque reconoce que la decisión no es tan sencilla.

En una reciente charla con Iker Casillas, Piqué reafirmó su interés por dirigir al club blaugrana, pero con ciertas reservas. "Si el club lo necesita, seré presidente del Barcelona", afirmó. Sin embargo, también dejó claro que el cargo conlleva más sacrificios que beneficios. "Ser presidente del Barça implica muchos sacrificios, más aún para alguien como yo, que no lo necesita. Para otros, el puesto les abre muchas puertas, pero para mí sería un sacrificio mayor", explicó el exfutbolista, quien ha construido una exitosa carrera como empresario con su empresa Kosmos, enfocada en el deporte y el entretenimiento.

"El Barça me ha dado todo"

Pese a que asumir la presidencia podría limitar su libertad en los negocios, Piqué siente que tiene una responsabilidad con el club. "El Barça me lo ha dado todo y soy quien soy gracias a este club. Nos convertimos en lo que somos por los equipos a los que pertenecemos y que nos dan todo", señaló. Aunque no está seguro de cuándo o si se postulará, mantiene la puerta abierta: "Depende de las circunstancias del club y de mi situación personal".

Más que un simple exjugador, Piqué tiene un lazo especial con el club catalán. "Tenía carnet de socio antes que documento de identidad. Mi abuelo me hizo socio antes de que naciera", recordó. Su abuelo materno, Amador Bernabeu, trabajó en la directiva del club durante 23 años, lo que refuerza su vínculo con la institución.

Su compromiso con el club sigue intacto

A pesar de estar enfocado en sus proyectos personales, el exdefensor asegura que siempre estará disponible para ayudar al Barcelona, sin importar el rol. "Siempre he intentado estar ahí (…) y si algún día veo que el club me necesita, me pondré a su disposición para lo que haga falta, no necesariamente como presidente", afirmó.

Así, aunque su camino hacia la presidencia no está definido, Gerard Piqué mantiene su promesa de regresar al club que lo vio crecer. Solo el tiempo dirá si llegará a liderar al FC Barcelona desde los despachos.