Lamine Yamal heredará el dorsal #10 del FC Barcelona en la temporada 2025/26, en una decisión que trasciende lo deportivo y apunta directamente al legado del club. Así lo adelantó la cuenta especializada @memorabilia1899, que reveló que el movimiento ya está pactado y que nada cambiará, incluso si Ansu Fati regresa al primer equipo.

El cambio se hará efectivo el 13 de julio de 2025, día en el que Yamal cumplirá 18 años, y coincidirá con la activación de una cláusula histórica: un nuevo contrato monumental, con una cláusula de rescisión de mil millones de euros, que será “un testamento a su valor incalculable”, según destaca la fuente.

Una estrategia de presente… y de futuro

Para el Barça, esta decisión tiene un alto contenido simbólico, pero también estratégico. Entregarle el #10 a Yamal no solo lo posiciona como el rostro del proyecto deportivo, sino también como el eje de su modelo de negocio de cara a la próxima década. Desde su debut en 2023, Lamine ha roto récords de precocidad y ha capturado la atención del mundo del fútbol.

“Este es un movimiento de cambio total en la estrategia y marketing del Barça”, afirmó @memorabilia1899. “Entregar el 10 a nuestra joven superestrella tras cumplir 18 encenderá una nueva era, con un contrato fresco y una visión clara de futuro”.

Además del impacto comercial, el club busca consolidar un proyecto liderado por talento de casa, con una figura que ya empieza a ser comparada con Lionel Messi, no solo por su calidad técnica, sino por la magia que genera en el campo.

El peso del 10… y el nacimiento de un nuevo ídolo

El dorsal #10 representa una responsabilidad única en el Barça. Lo usaron Ronaldinho, Messi, y brevemente Ansu Fati. Ahora será turno de Yamal, que lo asumirá con el respaldo de la afición y una madurez poco común para su edad.

El mensaje es claro: el futuro del Barcelona tiene nombre y número. Y su nombre es Lamine Yamal.