Hace apenas un año, Kylian Mbappé vivía uno de los momentos más complicados desde su llegada al Real Madrid. Dos penaltis fallados en grandes escenarios, primero en Anfield y después en San Mamés, encendieron las alarmas sobre su adaptación al club blanco. Aquella versión del francés, inseguro y superado por la presión, quedó atrás. Hoy, el delantero firma un 2025 descomunal que lo coloca a las puertas de un registro que parecía intocable: los récords goleadores de Cristiano Ronaldo en un año natural.

Mbappé reconoció públicamente que aquel tropiezo en Bilbao fue un punto de inflexión. “Toqué fondo y entendí que debía dar el máximo por esta camiseta”, confesó días después del error. La respuesta fue inmediata: de 10 goles a estas alturas de la temporada pasada, pasó a 25 en la actual. Con el número ‘10’ en la espalda y el apoyo absoluto de Xabi Alonso, el francés ha asumido el liderazgo ofensivo que tanto esperaba el madridismo.

La transformación no solo se refleja en sensaciones, sino en cifras. En este 2025, Mbappé suma ya 55 goles en 55 partidos. Y lo más impactante: todavía tiene cinco encuentros por delante para alcanzar o superar los 59 tantos que Cristiano marcó en 2013, la cifra más alta jamás registrada por un jugador del Real Madrid en un año natural.

Un récord histórico que podría caer en cuestión de días

Los números dejan claro el escenario. Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la historia del club, firmó 59 goles en 2013, 58 en 2012 y 56 en 2014. Mbappé ya igualó la tercera de esas marcas y amenaza seriamente las dos restantes. Necesita tres goles para empatar el récord absoluto y cuatro para superarlo. Su promedio actual, de 1.66 tantos por partido, convierte ese objetivo en algo más que posible.

Lo que distingue a este Mbappé no es solo la cantidad de goles, sino su consistencia. Ha marcado en casi todos los registros intermedios de Cristiano: superó ya las cifras de 2010, 2016, 2017 y 2018, e igualó las de 2011. Además, está firmando el año natural más goleador de toda su carrera: 62 tantos en 62 partidos sumando club y selección.

Su última exhibición, un doblete en San Mamés —el mismo escenario donde tocó fondo— confirma que es el jugador más determinante del fútbol europeo en este momento. Entre el Celta de Vigo, Manchester City, Alavés, Sevilla y un partido adicional de Copa del Rey, el francés tendrá cinco oportunidades para inscribir su nombre donde solo estaba el de Cristiano.

El final del 2025 puede dejar una imagen simbólica: Mbappé alcanzando o superando al ídolo con el que soñaba desde niño, aquel con quien posó en Valdebebas años antes de vestir de blanco. Y si mantiene el ritmo, no será una sorpresa. Será la consecuencia lógica de un futbolista que, en plenitud, está reescribiendo la historia goleadora del Real Madrid.