El aterrizaje de Mbappé en el Santiago Bernabéu fue de ensueño. El francés conquistó el Pichichi, la Bota de Oro y firmó la mejor temporada de debut en la historia del club. Sus goles lo convirtieron en la cara del proyecto, y todo parecía indicar que estaba listo para colocarse a la altura de su referente, Cristiano Ronaldo.

Sin embargo, el primer corte de caja tras 60 partidos oficiales evidencia que el portugués jugaba en otra dimensión. De acuerdo con los datos, Cristiano alcanzó 58 goles y 19 asistencias en ese lapso, es decir, 77 contribuciones directas. Mbappé, por su parte, registra 45 goles y apenas cinco asistencias, para un total de 50 participaciones de gol. Una diferencia de 27 acciones decisivas que no pasa desapercibida.

La Liga: números cercanos, pero con matices

Si se analizan únicamente los partidos de LaLiga, Mbappé suma 32 goles en 35 encuentros, cifras brillantes que mantienen viva la esperanza de acercarse al récord de Cristiano. El portugués, en sus primeros 45 duelos ligueros, anotó 43 goles, prácticamente un promedio idéntico.

La gran brecha está en las asistencias: Cristiano dio 15 pases de gol, mientras que Mbappé apenas suma tres. El francés ha asumido el rol de finalizador absoluto, dejando de lado la construcción y la generosidad que su ídolo sí mostró en sus primeras campañas.

Champions League: el terreno de Cristiano

En Europa, la distancia es todavía mayor. Cristiano, el rey indiscutible de la Champions League, firmó 11 goles y tres asistencias en 12 partidos iniciales. Mbappé apenas lleva siete tantos y una asistencia en 14 apariciones, con la mayoría de sus goles concentrados en fases tempranas. En las rondas decisivas, el francés no pudo marcar ni contra el Atlético ni contra el Arsenal, un contraste total con el hambre insaciable de Cristiano en noches grandes.

¿Podrá alcanzarlo?

La conclusión es clara: Mbappé está llamado a marcar una era en el Real Madrid, pero sus números iniciales aún están lejos del estándar casi imposible que dejó Cristiano Ronaldo. La buena noticia para el francés es que apenas empieza su historia en el Bernabéu; la mala, que la sombra del máximo goleador de la historia del club seguirá acompañándolo en cada paso.