¿Se acerca el fin de la carrera de Luis Suárez?
¿Se despide el ‘Pistolero’? El uruguayo vive un momento decisivo: contrato que expira, rodilla dolida y futuro en duda.
Con contrato vigente hasta diciembre de 2025, Luis Suárez está atravesando uno de los momentos más importantes de su carrera. Desde que su vínculo fue extendido tras asegurar la participación del Inter Miami en el Mundial de Clubes, el uruguayo se ha convertido en un pilar ofensivo, acumulando el segundo lugar en la tabla de goleadores del club (34 tantos), solo por detrás de Lionel Messi.
Pero las luces y los goles contrastan con una realidad más delicada: una rodilla debilitada y una resistencia física en declive lo hacen considerar con seriedad el final de su trayectoria profesional. El desgaste le pesa y su cuerpo habla. No es un secreto que su intención es cerrar su aventura en Estados Unidos por todo lo alto —ganando la MLS sería un broche ideal—, pero el plan a futuro sigue muy abierto.
¿Un jugador franquicia demasiado caro?
El Inter Miami también analiza el futuro, ya que Suárez ocupa una de las vacantes de “jugador franquicia” con un salario de primer nivel. Por eso, una salida en diciembre resultaría clave para ajustar el equilibrio económico del proyecto post-Messi.
¿Directo a retiro o rumbo a los despachos?
Fuera del campo, el uruguayo ha plantado semillas para su vida después del fútbol: es cofundador, junto a Messi, de Deportivo LSM, un club de cuarta división en Uruguay. Se vislumbra una posible transición hacia roles dirigenciales, lejos de los reflectores internacionales.
En sus propias palabras:
“Necesito descansar, disfrutar en familia… si voy a un club es para ganar, sino me retiraría.”
¿Qué viene para el Pistolero?
- Diciembre marcará el cierre de un camino brillante en la MLS y, posiblemente, su última gran experiencia como jugador.
- Su salario y su estado físico abren la puerta a un gran cambio en Miami.
- Su involución con Deportivo LSM anticipa un futuro fuera del césped, en la dirección deportiva.
Sea con un trofeo en las manos o decidiendo en silencio su próximo paso… lo cierto es que el futuro de Suárez cuelga de un hilo.