Arteta carga contra el calendario
Tras la grave lesión de Bukayo Saka, el entrenador del Arsenal, Mikel Arteta, ha criticado los calendarios de fútbol, cada vez más apretados, que dificultan un trabajo adecuado de los jugadores.
Las autoridades del fútbol parecen tener miedo del vacío, lo que lleva a que las competiciones se sucedan a un ritmo vertiginoso: cada fin de semana con los partidos de liga, más competiciones internacionales y copas nacionales, además de los compromisos internacionales.
Para los equipos más destacados, jugar cada tres días se ha convertido en una rutina. Sin embargo, esta exigencia ha tenido consecuencias graves para los jugadores. Con el ritmo frenético de los partidos, el tiempo para la recuperación se ha incrementado, mientras que las sesiones de entrenamiento se ven reducidas. "Jugar y recuperar no es un buen esquema porque no se entrena. El cuerpo necesita entrenarse. Estamos empezando a perder muchos factores en el aspecto físico, que es clave para el rendimiento", lamentó Arteta.
El desgaste físico acumulado
El desgaste físico de las temporadas anteriores acaba pasando factura. El sábado, Bukayo Saka sufrió una lesión en los isquiotibiales durante el partido contra el Crystal Palace, y se espera que esté fuera de acción durante varias semanas. "Probablemente se trate de una acumulación de varias temporadas. Bukayo y Declan [Rice] han jugado más de 130 partidos en dos temporadas, ¿qué pasará en la segunda, la tercera o la cuarta? Si esto sigue igual, probablemente no será sostenible", declaró Arteta en rueda de prensa el 23 de diciembre.
Ante este fenómeno que afecta a más jugadores, Arteta y su cuerpo técnico intentan "convertir a los jugadores en monstruos para que puedan hacer frente a todo". Sin embargo, estas soluciones a corto plazo solo retrasan la inevitable aparición de lesiones graves, como la de Saka, que se suma a las de otros jugadores como Rodri, Pedri, Odegaard, Carvajal, Militao, y Gavi. En los últimos dos años, Saka ha jugado 115 partidos entre su club y la selección, y lleva cuatro temporadas consecutivas con más de 50 partidos. Esto desgasta el cuerpo de un jugador de solo 23 años.