Manchester United firmó otro pinchazo en la Premier League desde la llegada al banquillo de Rúben Amorim, quien aún no logra levantar a un equipo que cayó en Old Trafford ante Crystal Palace (0-2). La tarde fue especialmente complicada para Lisandro Martínez, quien sufrió una grave lesión en la rodilla en los minutos finales del partido.

Amorim tiene mucho trabajo por delante para intentar relanzar un proyecto que se desmorona. La derrota deja al United prácticamente fuera de la lucha por Europa, pudiendo quedar hasta a once puntos de distancia si Chelsea gana su partido pendiente. Además, el técnico portugués pierde a un hombre clave en su esquema: Lisandro Martínez.

Decisiones polémicas y falta de reacción

El técnico portugués sigue lidiando con un equipo diseñado por y para Erik ten Hag, sin grandes cambios desde su llegada hace más de dos meses. Para este partido, decidió dejar fuera a Marcus Rashford, quien está a punto de cerrar su cesión con Aston Villa de Unai Emery. Amorim no contaba con él y lo dejó claro hace una semana con una frase contundente: "Si pudiera, convocaría antes al entrenador de porteros".

Sin Rashford, el United incorporó al lateral zurdo Patrick Dorgu desde Lecce por 30 millones y al joven central Ayden Heaven de Arsenal, aunque ninguno estuvo disponible para este encuentro. En busca de soluciones ofensivas, Amorim optó por una decisión arriesgada: colocar a Kobbie Mainoo, mediocentro defensivo, como falso nueve, dejando en el banquillo a delanteros naturales como Rasmus Højlund y Joshua Zirkzee.

Mateta sentencia y la lesión de Lisandro Martínez

El impulso del United tras el descanso duró apenas diez minutos, hasta que el Crystal Palace abrió el marcador. A la media hora del final, Leny Yoro perdió su marca en una falta, Delacroix remató al larguero y Jean-Philippe Mateta aprovechó el rebote para marcar el 0-1 y silenciar Old Trafford.

La respuesta de Amorim fue tardía: ingresaron Højlund y Zirkzee cuando quedaban veinte minutos, pero el equipo no reaccionó. Para colmo, en el minuto 77, Lisandro Martínez se lesionó gravemente al intentar robar un balón a Eberechi Eze. Su rodilla quedó atrapada en el césped y, entre lágrimas, abandonó el campo en camilla, siendo reemplazado por Matthijs de Ligt.

El partido terminó de la peor manera para los locales. En el tiempo añadido, Mateta marcó su segundo gol y selló el 0-2 definitivo, profundizando la crisis del Manchester United, que sigue hundido en la Premier League y con su futuro europeo cada vez más lejos.