La madrugada del jueves 4 de julio, el mundo del fútbol se despertó con una noticia devastadora: Diogo Jota, delantero del Liverpool FC y de la selección portuguesa, falleció junto a su hermano André Silva en un accidente automovilístico en la A-52, a la altura del kilómetro 65.300, en el término municipal de Cernadilla, Zamora (España).

Ambos viajaban en un Lamborghini que, según los primeros informes, sufrió el reventón de un neumático mientras realizaban un adelantamiento. El coche se salió de la vía, chocó y se incendió de forma instantánea.

El coche quedó calcinado

Cuando los bomberos llegaron al lugar del accidente, ya no había nada por hacer. El vehículo estaba completamente calcinado y los cuerpos sin vida de Diogo y André se encontraban en su interior. La labor de los equipos de emergencia se limitó a refrigerar el área para evitar que el fuego se propagara a la vegetación cercana.

La autopsia se lleva a cabo en el Instituto Anatómico Forense de Zamora, donde los médicos forenses recurren a pruebas de ADN para confirmar oficialmente la identidad de los fallecidos debido al estado en que quedaron los cuerpos.

Quién era André Silva

Aunque menos conocido, André Silva, de 25 años, también era futbolista profesional. Militaba en el Futebol Clube Penafiel, equipo de la Segunda División de Portugal, y había formado parte del sistema juvenil del Porto.

Un final inesperado

Diogo Jota tenía solo 28 años y venía de vivir uno de los mejores momentos de su carrera y su vida personal luego de ganar la UEFA Nations League con Portugal y la Premier League con el Liverpool. La tragedia ha dejado un profundo vacío en el mundo del deporte, que todavía intenta asimilar la pérdida.