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36.000 socios se revelan contra los precios de las entradas del Bayern
El aumento en los precios de las entradas para el partido entre Bayern Múnich y Shakhtar Donetsk ha generado una respuesta contundente de los socios y aficionados del equipo bávaro. Ante el anuncio de que las entradas para este encuentro de la Champions League, que se jugará en la Veltins Arena de Gelsenkirchen, costarían un mínimo de 55.80 dólares en lugares de pie, más de 36,000 socios del Bayern decidieron cancelar sus solicitudes de boletos como forma de protesta.
La situación ha provocado que la Südkurve München, la afición ultra del Bayern, haga un llamado público para boicotear el encuentro. En su comunicado, el grupo expresó su descontento, invitando a otros seguidores a no asistir y calificando el precio de “injusto” y el aumento por “juego de alto perfil” como abusivo. Este incremento es casi el doble de lo que los aficionados pagaron en partidos anteriores, como en el reciente encuentro contra Atalanta, cuyo precio de entradas comenzó en 24.68 dolares.
El contexto de este juego también es particular, ya que, debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, el Shakhtar Donetsk juega sus partidos en Alemania. Esto, en teoría, permitiría a muchos aficionados del Bayern acudir sin mayores inconvenientes a la sede. Sin embargo, los precios elevados han cambiado el panorama, provocando que muchos seguidores opten por no apoyar a su equipo desde las gradas.
El sistema de precios dinámicos que implementa Shakhtar ha sido motivo de críticas, pues incrementa los costos a medida que disminuye la disponibilidad, afectando directamente el acceso de los aficionados. Mientras para los juegos contra equipos menos populares los precios son mucho más bajos, la llegada del Bayern a la fase de grupos ha hecho que los precios se disparen.
A pesar de la cercanía de la sede y la importancia del partido, parece que el Bayern Múnich se enfrentará a un ambiente frío, sin el apoyo de sus ultras y muchos de sus seguidores. Este boicot envía un mensaje claro sobre el impacto negativo de los precios altos en el apoyo de la afición y abre el debate sobre la accesibilidad para los seguidores en competiciones europeas.