El Real Madrid atraviesa una de las rachas más complicadas de los últimos años, con dos derrotas consecutivas en el Santiago Bernabéu, lo que ha dejado a los aficionados sorprendidos y preocupados. En las últimas semanas, el equipo de Carlo Ancelotti ha sufrido dos duros reveses: un 0-4 contra el Barcelona y un 1-3 frente al Milan, acumulando un total de siete goles en contra.

La gravedad de estas derrotas no solo radica en el alto número de goles recibidos, sino también en la rareza de la situación. La última vez que el Real Madrid sufrió derrotas consecutivas en casa con una cantidad tan elevada de goles concedidos fue hace más de 15 años, en mayo de 2009, cuando perdió 2-6 contra el Barcelona y 1-3 ante el Mallorca, ambos partidos en el Bernabéu. 

Estos resultados reflejan una caída dramática respecto a la habitual solidez defensiva del equipo en su estadio, lo que ha generado inquietud sobre el estado actual de la plantilla y su capacidad para recuperarse.

Bajo la presidencia de Florentino Pérez, este tipo de racha negativa solo se había dado en una ocasión antes, en mayo de 2004, cuando el equipo sufrió dos derrotas consecutivas en casa: un 2-3 ante el Mallorca y un 1-4 frente a la Real Sociedad. 

Estos deslices, aunque raros, sirven como recordatorio de lo difícil que es para incluso los equipos más exitosos mantener una forma constante durante largos periodos de tiempo, especialmente cuando se enfrentan a dificultades tanto dentro como fuera del campo.

Para el Real Madrid, la tarea que tiene por delante es clara: deben corregir las debilidades que les han llevado a conceder tantos goles y evitar más derrotas dolorosas. Con Ancelotti bajo presión, el equipo necesita reagruparse y recuperar la fortaleza de su estadio. Este mal momento puede ser una oportunidad para reflexionar y ajustar lo que haga falta, pero también deberán demostrar que el Santiago Bernabéu sigue siendo una fortaleza inexpugnable y que tienen lo necesario para levantarse y superar la adversidad.