En un partido digno de la historia rojiblanca, el Atlético de Madrid consiguió una remontada épica en la Liga de Campeones al vencer 2-1 al Bayer Leverkusen. A pesar de jugar con un hombre menos desde el minuto 24 por la expulsión de Pablo Barrios y estar en desventaja al borde del descanso, el equipo dirigido por Diego Simeone se levantó en la segunda mitad con dos goles de Julián Álvarez, incluyendo el tanto definitivo en el minuto 89. Este triunfo no solo cortó la racha de 11 victorias consecutivas del equipo alemán, sino que también consolidó al Atlético con 15 puntos en la competición y lo acercó al 'top 8'.

La expulsión de Barrios fue un momento crucial. El joven centrocampista recibió una roja directa tras una entrada peligrosa sobre Mukiele, que inicialmente fue sancionada con amarilla, pero el VAR corrigió al árbitro. Desde ese momento, el panorama parecía sombrío para el Atlético. La presión del Leverkusen culminó en el gol de Piero Hincapié en el minuto 45, quien apareció sin marca en el segundo palo para rematar un centro de Mukiele y silenciar al Metropolitano. Con el 0-1 y un jugador menos, muchos habrían dado el partido por perdido.

Sin embargo, el Atlético mostró su carácter competitivo y regresó al segundo tiempo dispuesto a cambiar la historia. El empate llegó gracias a Julián Álvarez, quien aprovechó un pase largo magistral de Antoine Griezmann. Con determinación, el delantero argentino ganó la carrera al defensor Jonathan Tah y aprovechó un error del central para definir con clase. El gol no solo igualó el marcador, sino que también llenó de confianza a los locales, que comenzaron a dominar a pesar de su inferioridad numérica.

El partido dio un nuevo giro en el minuto 76 cuando Piero Hincapié, el autor del gol del Leverkusen, fue expulsado tras cometer una falta sobre Giuliano en la entrada al área. Con ambos equipos jugando con diez hombres, el Atlético se volcó al ataque en busca del triunfo. La grada, impulsada por el fervor de Simeone, se convirtió en un factor clave para mantener la intensidad del equipo.

En el minuto 89, llegó el momento culminante. Julián Álvarez, quien se convirtió en el héroe de la noche, apareció de nuevo para marcar el gol decisivo tras una jugada llena de insistencia rojiblanca. Con este tanto, el Metropolitano estalló en celebración, demostrando una vez más que el Atlético nunca se rinde, incluso en los momentos más adversos.

La victoria no solo reafirma el espíritu competitivo del Atlético de Simeone, sino que también deja en evidencia las debilidades del Leverkusen, que no supo manejar la presión en un escenario de alta exigencia. Ahora, el Atlético afronta con optimismo los retos venideros en la Liga de Campeones, mientras Julián Álvarez se consolida como una figura clave en el ataque rojiblanco.