La dura derrota por 3-0 ante el Arsenal en la ida de los cuartos de final de la Champions League ha encendido todas las alarmas en el Real Madrid, y no solo por el resultado. Según reveló el periodista Edu Aguirre en El Chiringuito, Jude Bellingham y Antonio Rüdiger protagonizaron un tenso altercado durante el entrenamiento del pasado viernes, a tal punto que sus compañeros tuvieron que intervenir para separarlos.

Un pique que casi acaba a los golpes

Todo ocurrió durante un partidillo interno. De acuerdo con Aguirre, una mala entrada, insultos cruzados y la tensión acumulada desembocaron en una bronca que estuvo cerca de terminar en golpes. “Hubo un pique fuerte, se encararon, medio insulto del uno al otro y los compañeros tuvieron que intervenir. Se solucionó bien, se dieron la mano, pero demuestra el nivel de tensión que hay en el vestuario”, explicó el periodista.

El episodio refleja el delicado estado anímico del equipo. Aunque el Real Madrid sigue en carrera en todas las competiciones, la presión de cara a la vuelta contra el Arsenal ha elevado la tensión. Bellingham, incluso, ya había mostrado signos de frustración en Londres, negando con la cabeza tras recibir indicaciones de Carlo Ancelotti, y no es la primera vez que evidencia su malestar con compañeros.

El club minimiza el incidente

Desde dentro del club intentan restarle gravedad al asunto, calificándolo como un episodio “normal en cualquier vestuario competitivo”. No obstante, es innegable que el momento es sensible: a la necesidad de remontar en Europa se suma la pelea por LaLiga y la final de la Copa del Rey, en una recta final que podría marcar el futuro del proyecto de Ancelotti.

Este miércoles, el Santiago Bernabéu será testigo de una auténtica prueba de fuego. El equipo necesita una remontada épica para seguir con vida en la Champions League y, al mismo tiempo, demostrar que pese a los roces internos, el grupo sigue unido. La tensión ya estalló en Valdebebas... ahora falta ver si en el campo logran canalizarla para hacer historia.