El Papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, fue uno de los pocos argentinos en el mundo que no vio a Lionel Messi levantar la Copa del Mundo en Qatar 2022. El motivo fue una promesa que le hizo a la Virgen del Carmen en 1990, la cual lo llevó a dejar de ver televisión desde entonces. “Me dije a mí mismo: ‘esto no ayuda al corazón’”, explicó el pontífice en una entrevista con La Nación en marzo de 2023.

Un Papa muy futbolero, pero fiel a su palabra

Aunque fanático confeso de San Lorenzo y seguidor del fútbol desde joven, Francisco se mantuvo fiel a su promesa durante su papado. Curiosamente, no vio los dos partidos más importantes de la Selección Argentina en ese periodo: la final perdida ante Alemania en 2014 y la final ganada a Francia en 2022. Durante el partido decisivo en Qatar, que se jugó el 18 de diciembre de 2022 —un día después de su cumpleaños número 86—, el Papa estaba reunido con cinco pilotos de Alitalia y sus esposas, compartiendo una charla sobre vino argentino.

“Cuando volví, me dijeron ‘está ganando 3-2 o 3-1, no me acuerdo’. Después me enteré de que ganamos por penales”, recordó el pontífice. En esa misma entrevista, reflexionó sobre la actitud de los argentinos: “Nos entusiasma empezar bien, pero nos falta constancia para llegar hasta el final. Felices porque ganamos el primer tiempo y dimos el partido por ganado. Y no, el partido hay que lucharlo hasta el final.”

El fútbol como herramienta de unión

Durante su papado, el Papa Francisco también impulsó el deporte como una herramienta de paz. Fue el creador del Partido por la Paz, un evento que reunió a más de 150 estrellas del fútbol en tres ediciones que llenaron el Estadio Olímpico de Roma, siendo la última en 2022 como homenaje a Diego Armando Maradona. Su compromiso con el deporte trascendió las pantallas, dejando un legado espiritual y deportivo que será recordado.

A pesar de los rumores que circularon, Francisco no vio la final del Mundial de 2014 junto al Papa emérito Benedicto XVI, como insinuaba la película Los dos papas de Fernando Meirelles. El propio pontífice desmintió esa historia y reafirmó que su abstinencia televisiva se ha mantenido casi intacta desde 1990, salvo en momentos puntuales como asunciones presidenciales o tragedias nacionales.