La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) ha hecho oficial la llegada de Gennaro Gattuso como nuevo seleccionador nacional tras la destitución de Luciano Spalletti. El anuncio llega tras la dura derrota 3-0 ante Noruega, que complica seriamente el camino de la Azzurra hacia el Mundial 2026. La presentación oficial de Gattuso será el 19 de junio en Roma, donde asumirá el reto más difícil de su carrera como entrenador.

Gattuso, símbolo de carácter y urgencia

Aunque no fue la primera opción —la FIGC consideró previamente a Claudio Ranieri, Stefano Pioli, Andrea Pirlo y Daniele De Rossi—, Gattuso representa identidad nacional, temperamento y experiencia. Campeón del mundo en 2006 como jugador, llega tras dirigir a clubes como el Milan, Napoli, Valencia y el Hajduk Split, donde dejó su cargo recientemente por mutuo acuerdo.

Para clasificar directamente al Mundial 2026, Italia debe ganar los seis partidos restantes de su grupo, además de lograr una amplia diferencia de goles. De no conseguirlo, deberá recurrir a la repesca, un camino que ya dejó traumas recientes con las eliminaciones ante Suecia en 2017 y Macedonia del Norte en 2022.

Apoyo institucional y presión popular

El presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, respaldó la decisión: “Gattuso es un símbolo del fútbol italiano. Su entrega y carácter serán claves en este momento crítico”. Y no es para menos: Italia acumula dos Copas del Mundo consecutivas sin clasificar, una crisis inédita para una tetracampeona del mundo.

El debut oficial de Gattuso será el 5 de septiembre ante Estonia, en un tramo decisivo donde el mínimo error puede costar muy caro. Aunque el espíritu combativo del técnico es innegable, la Azzurra necesita más que garra: necesita orden, goles y resultados inmediatos si quiere estar en Estados Unidos, México y Canadá 2026.