Los Golden State Warriors han hecho un nuevo intento para resolver su saga contractual con Jonathan Kuminga, ofreciendo al versátil alero un contrato de tres años por 75,2 millones de dólares, con opción de equipo en la tercera temporada.

Esta última propuesta representa un aumento respecto a la oferta anterior de dos años y 45 millones de dólares, aunque llega marcada por persistentes rumores de traspaso y la sensación de que los Warriors ven a Kuminga tanto como un activo de intercambio como un jugador central.

Aunque el dinero garantizado—48,3 millones de dólares en los dos primeros años—refleja el creciente perfil de Kuminga, el punto conflictivo sigue siendo la opción de equipo.

Kuminga y su agente, Aaron Turner, han defendido constantemente una opción de jugador, buscando mayor flexibilidad y control incluso con una cifra anual ligeramente menor. Mientras que los Warriors parecen inflexibles en su estructura, ofreciendo en su lugar un contrato totalmente garantizado de tres años por 54 millones de dólares, la brecha para llegar a un compromiso aún no se ha cerrado.

Poder del jugador vs. equipo: el enfrentamiento

En el centro de este impasse está el debate sobre las opciones de contrato, un microcosmos de las negociaciones más amplias en la NBA. El entorno de Kuminga ha mostrado disposición a aceptar una cifra anual cercana a los 20 millones de dólares a cambio de una opción de jugador, mientras que los Warriors han mantenido una postura firme, sin querer ceder control sobre los años futuros.

La reciente contraoferta del jugador—un aumento respecto a su oferta calificativa de 7,9 millones de dólares, junto con la agencia libre sin restricciones en 2026—subraya aún más su deseo de autonomía.

Por su parte, Golden State evalúa las implicaciones para su flexibilidad salarial, consciente de que para 2027 los contratos de las superestrellas Stephen Curry, Draymond Green y Jimmy Butler habrán expirado. La cautela del equipo es evidente: buscan la máxima flexibilidad mientras emerge un nuevo núcleo, y Kuminga es visto como un posible pilar o una ficha valiosa para futuros traspasos.

Impacto en la temporada baja y fecha límite inminente

El estancamiento contractual ha dejado en pausa la temporada baja de los Warriors, con otros movimientos de plantilla en espera hasta que se resuelva la situación de Kuminga.

La clase entrante y las estrellas actuales han estado en constante comunicación, conscientes de que la llegada del campamento se acerca y la claridad en la plantilla es crucial. Kuminga debe decidir antes del 1 de octubre si acepta su oferta calificativa o continúa negociando.

Mientras ambas partes se estudian, queda la pregunta: ¿Será suficiente el paquete de 75 millones de dólares —y las señales de posibles traspasos—para mantener a Kuminga en Oakland, o los detalles contractuales empujarán a otra pieza clave de los Warriors fuera de la puerta mientras el equipo se prepara para su próxima era?