Jose Mourinho vivirá su primer Clásico turco entre Fenerbahce y Galatasaray este sábado, duelazo que podrás ver en vivo a través de beIN SPORTS.

El técnico luso, sin embargo, no es nuevo en esto de los enfrentamientos entre acérrimos rivales. Los ha disputado a lo largo de toda su carrera. 

Los más mediáticos, sin duda, fueron los Clásicos de España que enfrentaron a su Real Madrid con el Barcelona.

Durante los tres años de José Mourinho como entrenador del Real Madrid, se disputaron nada menos que 17 Clásicos en La Liga, Copa del Rey, Supercopa y Champions League. El balance fue ajustado: seis victorias para el Barcelona, seis empates y cinco triunfos para los blancos.

Más allá de las cifras, aquella época estuvo marcada por una intensa tensión tanto dentro como fuera del campo. La rivalidad entre Real Madrid y Barcelona trascendió el ámbito deportivo, dando lugar a un período de gran drama y conflicto.

Las ruedas de prensa de esa época eran tan intensas como los partidos mismos. Mourinho y Guardiola intercambiaron palabras afiladas, avivando el fuego. Uno de los incidentes más infames ocurrió cuando Mourinho le metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova durante una disputa en la línea de banda, intensificando la hostilidad entre ambos bandos.

Andrés Iniesta, recordando esos enfrentamientos caldeados en una aparición en el programa Salvados, expresó cómo esos Clásicos se sentían más como batallas de odio que como simples rivalidades futbolísticas. Destacó cómo la animosidad durante esos choques incluso se trasladó a la selección española, donde las tensiones eran palpables. 

Iker Casillas, el capitán del Madrid en ese entonces, se encargó de contactar a Xavi Hernández del Barcelona para tratar de aliviar la división, aunque Mourinho y algunos aficionados del Madrid no vieron con buenos ojos este acto de diplomacia.

Sin embargo, tras la marcha de Mourinho y la llegada de Carlo Ancelotti, la tensión disminuyó y el foco volvió al fútbol.

Ahora Mourinho está al frente del Fenerbahce y busca dar un golpe encima de la mesa en una Süper Lig que lleva teñida con los colores del Galatasaray desde hace 11 años.