El Estadio Shah Alam en Malasia, alguna vez una joya arquitectónica y uno de los estadios más grandes del mundo, ha comenzado a ser demolido, marcando el fin de una era. Inaugurado en 1994, este estadio se convirtió rápidamente en un ícono deportivo, no solo por su impresionante capacidad de 80,372 asientos, sino también por su relevancia histórica como sede de importantes eventos deportivos y culturales.

Durante más de 25 años, el estadio fue el hogar del equipo de fútbol Selangor FA, conocido como los "Gigantes Rojos". Este recinto fue testigo de innumerables triunfos y derrotas, siendo el lugar donde legendarios futbolistas malayos dejaron su huella. Además, el estadio fue escenario principal durante el Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA en 1997, el primer torneo de este tipo realizado en el sudeste asiático, lo que consolidó su estatus como un símbolo del deporte en la región.

A lo largo de los años, el Estadio Shah Alam también albergó conciertos de renombre, incluyendo presentaciones de bandas y artistas internacionales, lo que añadió una capa adicional de historia y nostalgia para los residentes de Selangor y el resto de Malasia.

Sin embargo, los años no perdonan, y el estadio comenzó a mostrar signos de deterioro, lo que llevó a las autoridades a tomar la difícil decisión de demolerlo para dar paso a un nuevo y moderno complejo deportivo. La demolición, que comenzó en julio de 2024, está programada para completarse en 2025, y se espera que el nuevo complejo deportivo esté listo para 2029, con la esperanza de continuar el legado deportivo en la región.

Esta transición ha generado una mezcla de emociones entre los fanáticos y exjugadores, muchos de los cuales compartieron sus recuerdos del estadio con cariño y melancolía, pero con la esperanza de que el nuevo complejo continúe inspirando a futuras generaciones de atletas y aficionados​.