De fiesta histórica a caos total en Calcuta

Lo que prometía ser una celebración histórica terminó convertido en uno de los episodios más bochornosos de la carrera extradeportiva de Lionel Messi. El arranque del llamado “GOAT India Tour” en el Salt Lake Stadium de Calcuta pasó rápidamente de la euforia al descontrol absoluto, dejando imágenes de disturbios, invasión de campo y lanzamiento de asientos que dieron la vuelta al mundo.

La expectativa era gigantesca. Miles de aficionados viajaron desde distintas regiones del país para ver, aunque fuera por unos minutos, al campeón del mundo con Argentina. Sin embargo, la experiencia real estuvo muy lejos de lo prometido. Messi apenas estuvo unos 20 minutos en el campo, siempre rodeado por un operativo de seguridad excesivo que impidió cualquier contacto cercano con el público. Para muchos asistentes, incluso, verlo con claridad fue imposible.

Promesas incumplidas y frustración de los aficionados

La organización había vendido el evento como algo único: la presencia de Messi, una vuelta al estadio, una breve exhibición futbolística y la develación de una estatua de más de 21 metros en su honor. Nada de eso logró compensar la sensación de engaño que vivieron miles de hinchas.

Cuando se anunció la retirada anticipada del futbolista, la frustración explotó. Aficionados que pagaron hasta 12.000 rupias (más de 100 dólares) denunciaron abiertamente una estafa. El enojo se tradujo en botellas volando, asientos arrancados y una invasión del perímetro de seguridad, obligando a evacuar al jugador de manera inmediata.

Las quejas se multiplicaron: muchos aseguraron que ni siquiera las pantallas gigantes mostraron imágenes claras de Messi, mientras observaban cómo miembros del operativo de seguridad se tomaban fotografías con el astro argentino.

Seguridad desbordada y una organización en entredicho

Lejos de proteger el espectáculo, el operativo terminó siendo parte del problema. Messi ingresó al campo acompañado por Luis Suárez y Rodrigo De Paul, pero siempre manteniendo una distancia infranqueable con el público. El exceso de vallas humanas y la falta de comunicación con los asistentes aumentaron la tensión.

La situación escaló a tal punto que las autoridades locales detuvieron al jefe de la organización del evento, mientras la policía anunció que se investigarán posibles responsabilidades, incluyendo acusaciones de estafa y mala gestión. La ministra principal de Bengala Occidental, Mamata Banerjee, se vio obligada a disculparse públicamente tanto con Messi como con los aficionados y ordenó la creación de un comité para investigar lo sucedido.

Un golpe a la imagen del “GOAT Tour” y dudas sobre la gira

El incidente de Calcuta dejó una mancha difícil de borrar en el inicio del GOAT India Tour, una gira que debía reforzar la imagen global de Messi en uno de los mercados más grandes del mundo. En lugar de fotos icónicas y recuerdos imborrables, el saldo fue caos, enojo popular y una sensación generalizada de promesa rota.

Aunque la gira continúa en Hyderabad, Mumbai y Nueva Delhi, el daño ya está hecho. El episodio plantea dudas serias sobre la planificación del tour y la capacidad de los organizadores para manejar eventos de esta magnitud. Para muchos fanáticos indios, el sueño de ver a Lionel Messi se convirtió en una decepción amarga, marcada más por el desorden que por la magia del fútbol.