Con la Final de la Copa Intercontinental frente al Flamengo ya en el horizonte, el París Saint-Germain resolvió este sábado su compromiso liguero ante el Metz con una victoria trabajada, sin necesidad de forzar la maquinaria, pero suficiente para mantenerse en la pelea por el liderato y meter presión al Lens.

Segundo en la clasificación, una posición poco habitual para estas alturas del curso, el PSG cumplió con su objetivo principal: sumar tres puntos. Lo hizo con rotaciones, pensando claramente en la cita del miércoles en Catar, y administrando esfuerzos en un calendario exigente. Aunque el desarrollo del partido tuvo momentos de sufrimiento, el equipo de Luis Enrique mostró oficio para salir adelante incluso en sus fases menos brillantes.

PSG rotó pensando en Flamengo

Ante un Metz colista y necesitado, el conjunto parisino tardó media hora en abrir el marcador, cuando Gonçalo Ramos firmó el 1-0. Poco después llegó el segundo, obra de Ndjantou, que parecía encarrilar el duelo. Sin embargo, el gol de Deminguet antes del descanso evidenció algunos desajustes defensivos y mantuvo el partido abierto.

En la segunda parte, el PSG alternó control con concesiones, algo habitual cuando asume riesgos ofensivos y gestiona ventajas cortas. Safonov, titular en la portería, respondió cuando fue exigido, mientras Luis Enrique reservaba a piezas clave como Kvaratskhelia, Nuno Mendes o Joao Neves, pensando en la final de la Copa Intercontinental.

PSG gana, rota y sigue en la pelea por el liderato

El partido pareció sentenciado tras una gran acción individual de Desiré Doué, que culminó una carrera de campo a campo para el 1-3. Ni siquiera el golazo posterior de Tsitaishvili alteró el desenlace. El PSG supo cerrar el encuentro con inteligencia, incluso reforzando la defensa en los minutos finales.

Sin alardes, pero con eficacia, el vigente campeón hizo lo que debía: ganar, dosificar esfuerzos y mantenerse firme en la lucha por la cima, con la mirada ya puesta en un nuevo desafío internacional.