La maldición del anfitrión que azota a España desde hace 90 años
El gran desafío contra Alemania incluye 90 años de dolorosas derrotas tanto en Mundiales como en Eurocopas contra los anfitriones.
La selección española enfrenta un desafío monumental en los cuartos de final de la Eurocopa 2024 contra Alemania el próximo viernes, con el objetivo de superar a los anfitriones del torneo, hazaña que solo han logrado una vez en su historia al vencer a Italia en las semifinales de la Liga de Naciones 2020-21.
Un doblete en la primera mitad de Ferran Torres bajo la dirección de Luis Enrique Martínez llevó a España a una victoria por 2-1 sobre el equipo de Roberto Mancini en San Siro, rompiendo la defensa local para llegar a la final, donde finalmente cayeron 1-2 ante un polémico gol de Kylian Mbappe. Este incidente, que hoy sería anulado por fuera de juego, provocó un cambio en las regulaciones arbitrales.
Aparte de esa ocasión, la selección española ha tenido dificultades contra los anfitriones de torneos a lo largo de su historia. Ya sea en 90 minutos, tiempo extra o en penales, a menudo han quedado decepcionados y eliminados.
Esta historia de contratiempos se remonta a los cuartos de final de la Copa del Mundo de 1934 en Florencia, donde España sufrió lesiones y un empate con Italia antes de perder en el desempate.
Destinos similares les esperaron en Mundiales y Eurocopas posteriores, incluida una contundente derrota ante Brasil en la fase final del Mundial de 1950 y decisiones polémicas contra Corea del Sur en los cuartos de final del Mundial de 2002.
Una decepción más reciente llegó en el Mundial de 2018 con una derrota en penales ante Rusia, a pesar de un buen comienzo.
Las dificultades de España se extienden también a las Eurocopas, como su temprana eliminación en Euro 1980 tras no lograr ganar contra Italia y derrotas posteriores ante Francia y Alemania en torneos posteriores.
A pesar de momentos brillantes, como alcanzar la final de la Copa de las Confederaciones de 2013, donde cedieron ante Brasil, superar a los anfitriones sigue siendo un desafío formidable para La Roja.