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El Atlético de Madrid, al borde del abismo en el Mundial de Clubes
Los de Simeone necesitan una goleada frente al Botafogo para evitar una eliminación temprana.
La situación del Atlético de Madrid en el Mundial de Clubes se ha complicado al máximo. La sorpresiva victoria por 0-1 del Botafogo frente al París Saint-Germain ha dejado a los rojiblancos contra las cuerdas, obligados a ganar por tres o más goles en su último partido o, en su defecto, esperar un tropiezo del conjunto francés frente al Seattle Sounders, prácticamente eliminado.
El revés inicial ante el PSG por 4-0 fue un golpe duro del que el equipo de Diego Simeone aún no se recupera del todo. Aunque logró reponerse con un 1-3 frente a Seattle —con dos goles de Pablo Barrios y otro de Axel Witsel—, ese resultado no es suficiente. Todo se jugará este lunes en Pasadena, en lo que se presenta como una verdadera final anticipada.
Una combinación de resultados que deja poco margen
El reglamento de la FIFA es claro en caso de empate entre equipos: se priorizan los resultados directos, diferencia de goles entre implicados y número de goles marcados. Bajo esos criterios, el Atlético llega con -4, mientras que el PSG cuenta con +3 y el Botafogo con +1. Por eso, la única opción clara para los colchoneros es vencer a los brasileños por una diferencia mínima de tres tantos. Nada menos.
Los números asustan, pero no son imposibles. Cuatro de los últimos ocho partidos oficiales del Atlético cumplirían con ese requisito: goleadas al Girona (0-4), Real Sociedad (4-0), Betis (4-1) y Rayo Vallecano (3-0). El problema es que el rival ahora es un Botafogo que llega en gran forma: cinco victorias consecutivas y una sola derrota en sus últimos diez partidos, y no pierde por tres goles desde diciembre de 2024.
Simeone cree, pero el margen es mínimo
El propio Pablo Barrios, tras el triunfo en Seattle, lamentó las ocasiones falladas: “Podíamos haber metido alguno más. Estos torneos se deciden en las áreas y debemos ser más efectivos”. Las sensaciones son buenas, pero la presión es máxima.
El técnico del Botafogo, Renato Pavia, lo tiene claro: “El Atlético es un rival durísimo, con una identidad muy marcada. Pero quiero que todo este esfuerzo merezca la pena venciendo también en el último partido”.
Con todo en contra, el Atlético de Madrid afrontará su duelo decisivo con la obligación de firmar una hazaña. Si no logra el marcador necesario, quedará eliminado de forma prematura de un torneo que aspiraba a conquistar.