Sergio Ramos ya no tiene nada que demostrar. Con más de mil partidos oficiales disputados (1,005 para ser exactos), 144 goles y 28 títulos en su haber, el defensor español es una leyenda viviente del fútbol. Sin embargo, a sus 39 años, sigue hambriento de gloria. Ahora, en las filas de Monterrey, se propone conquistar uno de los pocos títulos que aún podría darle sentido a esta etapa final de su carrera: el Mundial de Clubes.

El exjugador de Sevilla, Real Madrid y PSG no se rinde. Encabezará el ambicioso proyecto de los Rayados en el nuevo formato del torneo, donde compartirán el Grupo E con River Plate, Urawa Red Diamonds e Inter de Milán.

“Es una oportunidad única, con un formato nuevo, un trofeo precioso… Ganarlo sería un sueño tremendo. Es una fuente de motivación por la que vine a México. Me abría la oportunidad de jugar nuevas competiciones”, declaró Ramos a su llegada a Monterrey.

Ya sabe lo que es levantar el trofeo

Ramos ya fue campeón del Mundial de Clubes en cuatro ocasiones, todas con el Real Madrid y bajo el formato anterior: 2014, 2016, 2017 y 2018. Esta vez no parte como favorito, pero mantiene intacta su ambición.

“Soy una persona muy optimista que siempre piensa en grande. Quiero terminar mis últimos años en el fútbol ganando. Para asumir la derrota siempre hay tiempo. El equipo saldrá con esa mentalidad”, aseguró.

Confianza en Rayados, pese a las limitaciones

El central español es consciente de los desafíos que enfrenta Monterrey en esta exigente competencia internacional, pero no pierde la fe en el equipo.

“Nuestro objetivo es hacer un buen papel, intentar, por supuesto, pasar la fase de grupos, y a partir de ahí, ya veremos. En este tipo de torneos siempre hay equipos que dan la sorpresa”, expresó.

Recuperado para el debut ante el Inter

Una lesión en el muslo derecho lo dejó fuera de acción desde mediados de abril, impidiéndole disputar el play-in contra Pachuca y Pumas, así como los cuartos de final ante Toluca. No obstante, regresó a las canchas el pasado 10 de junio, disputando el primer tiempo del amistoso en el que Monterrey venció 3-0 a Atlante.

“Sergio quería empezar de golpe, pero lo teníamos que cuidar porque venía de una lesión importante. Está muy bien, preparadísimo para enfrentar al Inter”, comentó su técnico, Domènec Torrent.

“Es un líder dentro de la cancha. Impone respeto, aprieta a sus compañeros… Sergio nos va a ayudar muchísimo”, agregó el exasistente de Guardiola.

Nueve partidos, cuatro goles… y sed de revancha

Su arranque en la Liga MX no fue el esperado a nivel colectivo. Monterrey fue eliminado en cuartos de final del Clausura y también cayó en octavos de la Liga de Campeones de la Concacaf, lo que derivó en la salida de Martín Demichelis como entrenador. Pese a ello, Ramos, que debutó el 22 de febrero tras nueve meses sin jugar, dejó buenas sensaciones: jugó nueve partidos y marcó cuatro goles.

Un duelo con River… que pudo ser su equipo

El destino le tiene preparado un duelo especial. Ramos se enfrentará en fase de grupos a River Plate, el club argentino que estuvo cerca de ficharlo.

“A Sergio lo llamé personalmente el año pasado, cuando era jugador libre. Me escuchó, lo pensó y a los pocos días me lo agradeció, pero desestimó la propuesta”, reveló Demichelis.

Curiosamente, ambos terminarían coincidiendo en Monterrey. “Al llegar a Rayados fue el primer jugador que pedí como refuerzo. Los dirigentes hicieron un intento, pero no se dio. En este último mercado, Ramos aceptó por fin el reto”, explicó el DT.

Su carrera aún no termina

Sergio Ramos busca escribir una nueva página de gloria en su carrera. Con la camiseta de Monterrey, quiere demostrar que aún le queda fútbol en las botas y liderazgo en el vestuario. Su objetivo es claro: hacer historia en el nuevo Mundial de Clubes.