El recientemente denominado "derbi de la vergüenza" se desarrolló no solo en el campo, sino también en los momentos posteriores al partido. El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, expresó su descontento con el comportamiento de Thibaut Courtois durante el encuentro, especialmente después de que el portero belga celebrara el gol de apertura del Real Madrid girándose hacia las gradas, donde había recibido cánticos de “Courtois, muérete”.

Simeone criticó a Courtois por adoptar una postura provocativa, lo que, según él, intensificó la tensión en un ambiente ya cargado. El partido fue interrumpido durante 17 minutos debido al lanzamiento de objetos desde las gradas, reflejando la hostilidad presente entre algunos aficionados.

Cuando el árbitro Busquets Ferrer instó a los jugadores a dirigirse al túnel de vestuarios, Simeone se acercó a Courtois para reprenderlo por su comportamiento en medio de la creciente tensión. El técnico argentino le aplaudió y le hizo gestos de aprobación con el pulgar, claramente irónicos.

Según AS, Courtois defendió su actitud, respondiendo: “¿Qué querías, que me quedara ahí con todo lo que me estaban tirando?”, en referencia a los objetos lanzados en su dirección.

El técnico argentino sugirió que la situación podría haberse calmado si Courtois hubiera ejecutado el saque de puerta más rápidamente, permitiendo que el juego continuara sin interrupciones. El incidente resalta la atmósfera cargada que rodea este derbi, que ha visto emociones intensas tanto dentro como fuera del campo.

¿A qué sanción se expone el Atlético?