A punto de cumplir 40 años, Luka Modric sigue demostrando que el talento no tiene fecha de caducidad. El centrocampista croata se ha convertido en un relevo de lujo en el Real Madrid, un jugador único cuya calidad sigue brillando pese al paso del tiempo. Sin embargo, con cada temporada, su permanencia en el club se vuelve más difícil en una plantilla que no deja de renovarse.

Una inversión que dio frutos desde 2012

Modric llegó al Real Madrid en agosto de 2012, tras un acuerdo con el Tottenham por 30 millones de euros. Desde entonces, se ha consolidado como una pieza fundamental en la conquista de múltiples títulos, convirtiéndose en uno de los futbolistas más queridos y respetados del vestuario blanco.

Cada euro invertido por el club se ha traducido en éxitos y liderazgo dentro y fuera del campo.

El capitán que aún guía el barco

A pesar de haber perdido protagonismo esta temporada, la calidad del croata sigue intacta. Cada vez que pisa el terreno de juego, Modric demuestra por qué aún merece un lugar en el equipo: ya sea recuperando balones, creando oportunidades de gol o dejándose el físico en cada jugada, su compromiso sigue siendo innegociable.

Un reencuentro con sabor a historia

El futuro del mediocampista parece estar bien encaminado. Con la inminente llegada de Xabi Alonso al banquillo madridista, todo indica que Modric seguirá una temporada más con el club.

Xabi, quien compartió vestuario con el croata durante su etapa como jugador, ya habría dado el visto bueno para contar con él en su nuevo proyecto. Curiosamente, ambos fueron protagonistas en la histórica Champions League conquistada en Lisboa en 2014, una noche inolvidable para los aficionados merengues.

Una renovación con sacrificios

La continuidad de Modric no será gratuita. El jugador estaría dispuesto a aceptar una rebaja salarial con tal de seguir vistiendo el dorsal 10 y defender los colores del club que marcó su carrera.

Dos sueños antes del adiós

En el ocaso de su trayectoria, Luka Modric ya ha puesto fecha tentativa a su retiro: el verano de 2026. Pero antes, tiene dos grandes objetivos por cumplir: colgar las botas como jugador del Real Madrid y representar a Croacia en el Mundial de 2026, con la esperanza de cerrar su carrera como empezó: en lo más alto.

Modric no solo es pasado y presente del Madrid: también quiere seguir siendo parte de su futuro.