La temporada 2024-2025 de la Ligue 1 ya es historia, pero será recordada por un enfrentamiento que capturó la atención de toda Europa: Ousmane Dembélé y Mason Greenwood protagonizaron un duelo mano a mano por el título de goleo, terminando igualados con 21 anotaciones cada uno.

Ambos delanteros no solo brillaron con sus cifras individuales, sino que fueron piezas clave en las campañas de sus respectivos equipos, elevando el nivel competitivo del torneo francés.

Dembélé lideró al PSG desde el gol

Después de temporadas marcadas por la irregularidad, Ousmane Dembélé firmó su año más prolífico desde que llegó al Paris Saint-Germain, guiado por Luis Enrique. El atacante francés dejó atrás su perfil exclusivamente creativo para asumir un rol más finalizador, siendo clave en la ofensiva del campeón francés.

Con 21 goles en 29 partidos de liga, Dembélé fue fundamental para que el PSG mantuviera su hegemonía en el campeonato y llegara a instancias decisivas en Europa. Su evolución táctica y eficacia frente al arco le permitieron consolidarse como una de las figuras del curso.

Greenwood, el golpe sobre la mesa en Francia

Por otro lado, Mason Greenwood vivió una auténtica resurrección futbolística. Cedido por el Manchester United al Olympique de Marsella, el delantero inglés se adaptó rápidamente al ritmo de la Ligue 1 y se convirtió en el gran referente ofensivo de su equipo.

Sus 21 tantos en 34 encuentros lo colocaron en la cima de la tabla de goleadores junto a Dembélé, y su impacto en el juego fue clave para que el conjunto marsellés regresara a los puestos de privilegio en la liga. El rendimiento de Greenwood superó todas las expectativas y lo posiciona como uno de los nombres más atractivos del mercado.

Una rivalidad que promete más capítulos

Aunque la temporada ha terminado, el enfrentamiento entre Dembélé y Greenwood deja huella. Dos futbolistas con estilos y contextos distintos, pero con la misma ambición de marcar diferencias.

El empate en la cima del goleo no solo subraya su talento, sino que augura una rivalidad que podría extenderse en futuras campañas. En un torneo que busca cada año mayor protagonismo en Europa, este tipo de duelos son el mejor combustible para el espectáculo.