Un adiós con gratitud

El Paris Saint-Germain vivió un momento emotivo al despedirse de Gianluigi Donnarumma, portero que escribió una página dorada en la historia del club. El guardameta de 26 años fue fundamental en la primera Champions lograda por los parisinos, con atajadas memorables ante el Liverpool en octavos de final y frente al Arsenal en semifinales.

Llegado en 2021 procedente del Milan, el arquero italiano disputó 161 partidos con la camiseta del PSG, sumando cuatro títulos de liga y dos Copas de Francia, además de la ansiada Liga de Campeones. Durante estos años, Donnarumma se convirtió en una referencia en la portería, generando la admiración de la afición del Parque de los Príncipes.

El club le dedicó un mensaje especial en redes sociales: “Lo mejor en el futuro, Gigio!”, reconociendo el impacto que dejó en apenas cuatro temporadas.

Una nueva aventura en Inglaterra

El siguiente capítulo para Donnarumma será con el Manchester City, donde llega con la misión de consolidarse en la Premier League. En su presentación, el italiano expresó la emoción de sumarse a un proyecto dirigido por Pep Guardiola: “Firmar con el City es un momento muy especial y un orgullo enorme. Llego a un equipo con talento de clase mundial y espero contribuir a más éxitos”.

En el club inglés compartirá portería con James Trafford, joven arquero inglés que ha iniciado la temporada como titular. La competencia interna promete elevar el nivel en un equipo que aspira a seguir dominando en Inglaterra y Europa.

La imagen final de Donnarumma con la camiseta del PSG quedará grabada en la memoria de los aficionados: saludando al público del Parque de los Príncipes en agosto, en un gesto de comunión y despedida. Un recuerdo que simboliza su paso por París y que marca el cierre de una etapa brillante.

Con la salida de Gianluigi Donnarumma, el PSG no solo se despide de un arquero de talla mundial, sino también de un protagonista clave en una de las conquistas más importantes de su historia. Su legado, lleno de títulos y actuaciones memorables, quedará siempre en la memoria de la afición parisina.