El futuro de Alexander Isak está cada vez más lejos de St. James’ Park. El técnico Eddie Howe confirmó que el delantero no será convocado este lunes frente al Liverpool, sumando así su segundo partido consecutivo apartado del plantel tras ausentarse también contra el Aston Villa. La razón está lejos de ser una lesión: el sueco presiona para salir del club, con el Arsenal y el Liverpool siguiendo de cerca sus pasos en este mercado.

En rueda de prensa, Howe reconoció la complejidad de la situación: “No va a formar parte del equipo este fin de semana. Mi deseo sería verle jugar con nosotros, pero no será así y es algo que lamento”. El entrenador dejó claro que no hay un conflicto personal, aunque admitió que el ambiente se ha vuelto complicado. “Cuando nos vemos, hablamos normal. No hay ningún problema entre nosotros”, afirmó.

Promesas rotas y choque con el club

El propio Isak avivó la polémica esta semana con unas declaraciones incendiarias: acusó al Newcastle de haber incumplido promesas y aseguró que lo mejor para todos sería un cambio de aires. El club respondió de inmediato con un comunicado tajante, negando las acusaciones y reafirmando que no han recibido una oferta que cumpla con sus exigencias.

Según medios ingleses, el Liverpool llegó a poner sobre la mesa 147.5 millones de dólares, pero los Magpies solo considerarían su salida por una cifra superior a los 201 millones de dólares. Una posición firme que, de momento, bloquea cualquier movimiento.

Howe mantiene la calma

A pesar de la tormenta mediática, Eddie Howe insiste en que la historia no está cerrada y que aún confía en volver a ver a Isak con la camiseta del Newcastle. “Creo que la situación llegará a su fin muy pronto. Alex es un jugador excepcional y una gran persona. Si decidiera volver, los compañeros lo recibirían con los brazos abiertos”, aseguró.

Mientras tanto, la afición del Arsenal sigue expectante ante la posibilidad de que el fichaje se desbloquee en los últimos días de mercado, aunque en el norte de Inglaterra cada palabra de Howe parece estirar más la novela.