La emotiva Ceremonia de Clausura de París 2024
París despidió sus Juegos Olímpicos 2024 con una ceremonia de clausura impresionante que combinó tradición y tecnología, transformando la ciudad en un monumental estadio al aire libre. Este evento, que culminó el 26 de julio, reflejó la ambición de Francia al convertir sus icónicos monumentos en escenarios espectaculares para la competición deportiva. Con una mezcla de orgullo por su historia y una mirada firme hacia el futuro, París ofreció un final inolvidable a estos Juegos.
La ceremonia comenzó en los jardines de los Tullerías, al pie del pebetero olímpico, con la emotiva interpretación de "Sous le ciel de Paris" por la cantante Zaho de Sagazan, un tema que ha sido símbolo del espíritu parisino, inmortalizado por figuras como Édith Piaf y Yves Montand. El momento culminante fue la entrada del nadador Léon Marchand, el héroe francés de estos Juegos con cuatro oros y un bronce, quien recogió simbólicamente el fuego olímpico para llevarlo al Estadio de Francia en Saint Denis, ante 71,500 espectadores.
El ambiente en el estadio fue animado por una selección musical que conectó con el corazón de los franceses, desde clásicos como "Emmenez-moi" de Charles Aznavour y "Champs Elysées" de Joe Dassin, hasta ritmos más contemporáneos como "Freed from desire" de Gala Rizzatto y el icónico "We are the champions" de Queen. La ceremonia incluyó también un homenaje a los 45,000 voluntarios que hicieron posible los Juegos, subrayando la importancia de la comunidad en el éxito del evento.
Thomas Jolly, el encargado de la ceremonia de apertura en el Sena, volvió a sorprender con una obra titulada "Records", que recreó los cinco continentes y rindió homenaje a la antigua Grecia, origen del olimpismo. La aparición de la escultura de la Victoria de Samotracia, el despliegue de anillos olímpicos suspendidos y una vibrante danza contemporánea marcaron un final visualmente impresionante, fiel a la tradición francesa de combinar la danza y el teatro contemporáneo.
Finalmente, la ceremonia dio paso a una celebración musical que anticipó la transición a Los Ángeles 2028, con actuaciones de artistas de la escena moderna francesa como Phoenix, Kavinsky y la belga Angèle. Con esta vibrante despedida, París entregó la batuta a Los Ángeles, prometiendo una nueva era de excelencia olímpica en los próximos Juegos.