La lesión de Damian Lillard ocurrió apenas minutos después del inicio del Juego 4 de la serie de primera ronda entre los Bucks y los Pacers, la noche del domingo, sacudiendo a Milwaukee y resonando profundamente en Portland, donde Lillard sigue siendo una figura icónica.

Lillard cayó al suelo en el primer cuarto tras perder el equilibrio mientras disputaba un rebote. Inmediatamente se sujetó el tobillo izquierdo y tuvo que salir del partido ayudado, sin poder apoyar la pierna.

Los Bucks lo descartaron rápidamente para el resto del juego, describiendo inicialmente la lesión como un problema en la parte baja de la pierna. Sin embargo, una resonancia magnética realizada el lunes confirmó la peor noticia: una rotura del tendón de Aquiles que requerirá cirugía.

Este golpe llega justo cuando Lillard había regresado tras una ausencia de un mes debido a una trombosis venosa profunda en la pantorrilla derecha. Se había perdido los últimos 14 partidos de la temporada regular y el Juego 1 de la serie, pero fue autorizado a regresar para el Juego 2.

Impacto en los Bucks

La baja de Lillard pone en riesgo las aspiraciones de Milwaukee en los playoffs, obligando al equipo a depender aún más de Giannis Antetokounmpo, quien ya carga con gran parte del peso ofensivo. Los Bucks están 3-1 abajo en la serie y enfrentan la eliminación sin su base All-Star.

Además, la lesión plantea dudas serias sobre el futuro de Lillard a largo plazo. Las roturas de Aquiles son de las lesiones más difíciles de superar para los jugadores de la NBA, y a sus 34 años, Lillard encara un proceso de rehabilitación largo e incierto. Ya se han trazado comparaciones con Kevin Durant, quien estuvo fuera toda una temporada por una lesión similar.

Muestras de Apoyo en Toda la NBA

La noticia golpeó especialmente fuerte en Portland, donde Lillard jugó durante 11 temporadas y se convirtió en el máximo anotador histórico de la franquicia. Aficionados y excompañeros expresaron su apoyo, destacando el impacto duradero que ha tenido en la ciudad.

El propio Lillard se pronunció en redes sociales tras el diagnóstico: “Gracias por todas las oraciones y buenos deseos. Esta realmente dolió… SU camino, no el mío. Continuará…”

El entrenador de los Bucks, Doc Rivers, calificó la situación como “nada prometedora”, mientras que Giannis Antetokounmpo elogió la fortaleza de su compañero: “Es uno de los jugadores más duros, mentalmente más fuertes, con los que he compartido equipo... Sé que va a superar cualquier obstáculo que tenga delante. Todos vamos a estar con él y vamos a ayudarlo a superarlo.”

Con el futuro de Lillard en duda y un receso clave por delante, los Bucks deberán reagruparse y prepararse para los desafíos dentro y fuera de la cancha.

La pérdida de Lillard es un golpe durísimo para las aspiraciones de campeonato de Milwaukee y deja abiertas muchas preguntas sobre cómo avanzará la franquicia ante posibles cambios de plantilla y la presión constante de pelear por un título.