En una noche cargada de intensidad de playoffs, los Golden State Warriors aseguraron su tercera victoria ante los Houston Rockets con un apretado marcador de 109-106.

Sin embargo, Draymond Green se convirtió en el centro de la polémica, quedando al borde de la expulsión tras una serie de intercambios acalorados y jugadas físicas que pusieron de pie al público del Chase Center.

Un Intenso Clásico de Playoffs

Desde el salto inicial, el Juego 4 ofreció ese baloncesto de alto voltaje que define la postemporada. Los Warriors, decididos a tomar el control de la serie, se enfrentaron a los Rockets que luchaban por mantener viva su temporada.

Sin embargo, a mitad del segundo cuarto, el partido se desbordó. Tras un fuerte bloqueo de Draymond Green sobre Amen Thompson, Dillon Brooks respondió con un golpe de cadera a Stephen Curry. 

La secuencia desencadenó una reacción: Curry provocó a Brooks, Brooks intentó arrebatarle el balón y de inmediato ambos banquillos se pusieron en alerta. Los árbitros actuaron rápido, sancionando faltas técnicas a Green, Curry y Brooks, enviando un mensaje claro de que el partido estaba al límite.

El Momento Flagrante de Green

Pocos minutos después, Green volvió a estar en el centro de la acción, esta vez con Tari Eason de Houston. En la lucha por un balón suelto, Green cayó sobre Eason y sus piernas impactaron la cabeza del jugador rival.

Mientras los jugadores se agrupaban, Green sujetó brevemente el cuello de Eason e intentó levantarlo por la pierna. Tras una larga revisión, los árbitros señalaron falta flagrante tipo 1 para Green—su segunda infracción importante de la noche—pero evitaron sancionarle con una segunda técnica, lo que habría significado la expulsión automática según las reglas de la NBA.

Esta decisión generó debate tanto en la arena como en redes sociales, ya que las reglas de la liga distinguen entre faltas técnicas y flagrantes, permitiendo que Green continuara en el partido pese a la tensión creciente. 

Protagonismo de Estrellas del Warriors

A pesar de irse al descanso de medio tiempo siete puntos abajo, Golden State salió del vestuario con un enfoque renovado y firmó una racha de 18-1 para tomar el control. 

Jimmy Butler, en su regreso tras lesión, lideró la remontada con 27 puntos14 de ellos en el último cuarto—mientras Brandin Podziemski sumó 26 y Curry terminó con 17, asegurando la estabilidad del equipo en los minutos decisivos.

Los Rockets, liderados por los 31 puntos de Alperen Sengun y los ocho triples de Fred VanVleet, no se rindieron, pero los errores desde la línea de tiros libres les pasaron factura y la experiencia de los Warriors se impuso en los instantes finales.

Con el triunfo por 109-106, los Warriors toman ventaja de 3-1 en la serie y están a solo una victoria de avanzar a las semifinales de la Conferencia Oeste. Como demostró este Juego 4, en los playoffs nada es sencillo.