Los Golden State Warriors volvieron a demostrar su jerarquía en playoffs al vencer 103-89 a los Houston Rockets en un decisivo Juego 7, asegurando su pase a las semifinales de la Conferencia Oeste.

En una noche en la que cada posesión fue crucial, Buddy Hield se robó el protagonismo. El escolta tuvo una actuación explosiva con 33 puntos, igualando un récord de la NBA al encestar nueve triples en un Juego 7.

La mano caliente de Hield se hizo notar desde el inicio, anotando 22 puntos en la primera mitad y liderando una racha clave de 16-2 en el segundo cuarto que transformó un duelo parejo en una ventaja de doble dígito, dando a Golden State el respiro necesario.

Aunque Stephen Curry tuvo dificultades para encontrar su ritmo al comienzo, encestó un triple crucial justo antes del descanso, permitiendo que los Warriors se fueran al entretiempo con una ventaja de 12 puntos. Los Rockets, liderados por Jalen Green y Alperen Şengün, lucharon con determinación para mantenerse en juego, pero la intensidad defensiva de Golden State y su puntería en momentos clave mantuvieron a Houston a raya.

Curry responde en los momentos clave

En el tercer cuarto, Houston logró recortar la diferencia a un solo dígito y amenazó con cambiar el rumbo del partido. Pero, como tantas veces antes, Curry apareció en el último cuarto.

El base de los Warriors abrió el período final con una racha personal de 5-0, que incluyó un triple característico en retroceso, ampliando la ventaja de Golden State a 13 puntos y silenciando la remontada de los Rockets. Hield agregó otro triple letal, y los Warriors respondieron con una racha decisiva de 12-0 que estiró la diferencia a 20 puntos, sentenciando el partido.

A pesar de la derrota, los Rockets mostraron el potencial de su joven núcleo. Jalen Green lideró a Houston con 24 puntos y nueve rebotes, mientras que Alperen Şengün aportó 21 unidades y 14 tableros. Fred VanVleet sumó 17 puntos, pero los problemas de Houston desde la línea de tres fueron determinantes: el equipo acertó solo 6 de 18 triples, la misma cantidad que logró Hield por su cuenta con su actuación histórica.

La experiencia de los Warriors marca la diferencia

Con esta victoria, los Warriors evitaron desperdiciar una ventaja de 3-1 en la serie y sumaron su triunfo número 20 en los últimos 25 enfrentamientos ante los Rockets. La combinación de experiencia campeona, solidez defensiva y efectividad en los momentos clave fue determinante para Golden State en un ambiente de máxima presión como el de un Juego 7.

De cara a lo que viene, los Warriors se enfrentarán a los Minnesota Timberwolves en las semifinales de la Conferencia Oeste, con el primer juego programado para el 7 de mayo. A medida que aumenta la intensidad de los playoffs, el liderazgo veterano de Golden State y su capacidad para responder en las grandes citas podrían convertirlos, una vez más, en un contendiente temible.

Para los aficionados de los Warriors, la lucha por otro campeonato sigue muy viva en la Bay Area.