Ángel Di María, estrella del fútbol argentino, recientemente reveló las graves amenazas que recibió su familia, lo cual influyó en su decisión de no regresar a Rosario Central. El futbolista confesó que recibieron una caja con una cabeza de chancho y una bala, acompañada de una nota amenazante dirigida a su hija Pía. Además, relató incidentes violentos en una estación de servicio que incrementaron su preocupación por la seguridad de su familia.

Estas amenazas fueron decisivas para que Di María optara por no volver al club, a pesar de tener todo listo para hacerlo. La seguridad de su familia se convirtió en su prioridad, y aunque lamenta no haber cumplido su sueño de regresar a Rosario Central, considera que tomó la mejor decisión. “Era un sueño regresar, pero no podía poner en riesgo a mi familia. Después de recibir esas amenazas, entendí que no podía volver a Rosario”, afirmó Di María.

Esta situación ha conmocionado al mundo del fútbol, destacando los riesgos que enfrentan los jugadores y sus familias. Di María continúa su carrera en Europa, llevando consigo el deseo no realizado de regresar a sus raíces, pero con la tranquilidad de haber protegido a sus seres queridos.

Su testimonio pone en perspectiva los desafíos extradeportivos que los futbolistas pueden enfrentar y la importancia de garantizar la seguridad de sus familias por encima de cualquier aspiración profesional. La comunidad futbolística ha expresado su apoyo a Di María, reconociendo la valentía y la difícil decisión que tuvo que tomar en favor de su familia. “A veces, uno tiene que priorizar lo más importante, y en este caso, era mi familia”, concluyó Di María.