La clasificación del Chelsea a los cuartos de final del Mundial de Clubes de la FIFA quedó en segundo plano tras las explosivas declaraciones de su entrenador, Enzo Maresca, quien criticó duramente las constantes suspensiones de partidos a causa del mal tiempo. El técnico italiano no dudó en mostrar su descontento con la organización del torneo, tras el caótico duelo ante el Benfica.

El encuentro, disputado en Charlotte, Estados Unidos, fue interrumpido en el minuto 85 cuando los londinenses ganaban 0-1, debido a una tormenta eléctrica. La pausa se extendió por dos horas, tiempo en el que los jugadores debieron abandonar el campo. A la reanudación, los portugueses empataron gracias a un penalti de Ángel Di María, aunque en la prórroga el Chelsea terminó ganando 1-4.

“Esto no es fútbol”: Maresca cuestiona la sede del torneo

Visiblemente molesto, Maresca apuntó que el parón afectó el ritmo del partido y condicionó el rendimiento de su equipo: “Durante 85 minutos controlamos todo, no concedimos nada y creamos muchas oportunidades. Después del parón, fue un partido totalmente diferente”.

El entrenador también lanzó una crítica directa al comité organizador: “Ya van seis partidos suspendidos en este torneo. Lo entiendo si es por razones de seguridad, pero si esto ocurre tan seguido, probablemente este no sea el lugar ideal para jugar una competición de este nivel”.

El italiano describió lo vivido durante la suspensión: “Los jugadores se pusieron a hablar con sus familias, comieron algo, estaban riéndose, mirando el teléfono... ¿Cómo mantienes la concentración durante dos horas en ese contexto? No es normal”.

Aunque dejó claro que considera al Mundial de Clubes como una gran competencia y que está feliz por el resultado, Maresca insistió en que este tipo de situaciones deben ser revisadas de manera urgente: “En un Mundial o en Europa no se suspenden los partidos. Aquí llevamos dos semanas y ya hubo seis interrupciones. Es un problema real”.

Finalmente, subrayó el desafío que representa para cualquier entrenador sostener la intensidad competitiva tras una interrupción tan extensa: “Es un chiste. ¿Cómo mantienes a los jugadores metidos en el partido después de tanto tiempo? No es el mismo juego”.