Luis Enrique rechazó criticar al árbitro François Letexier por no haber expulsado al defensor del Mónaco, Wilfried Singo, después de que un peligroso desafío dejara al portero del Paris Saint-Germain, Gianluigi Donnarumma, con la cara cortada.

El PSG remontó un 2-1 en contra para ganar 4-2 al Mónaco, pero tuvo que reemplazar a Donnarumma 22 minutos después de que el desafío con los tacos arriba de Singo dejara varias heridas en la cara del guardameta.

Singo había sido amonestado minutos antes, pero los medios franceses informaron que el árbitro consideró el contacto como incidental y no deliberado, permitiéndole continuar en el campo. Sin embargo, Donnarumma no pudo seguir tras recibir atención médica, y el portero suplente Matvey Safonov ingresó en su lugar.

"¿Las decisiones arbitrales? No puedo hacer nada, no pude ver la acción, pero cuando ves una jugada así siempre es complicado", comentó Luis Enrique a Bein Sports.

"Los jugadores no tienen la intención de hacer daño. Es difícil arbitrar este tipo de partidos, no estoy hablando del trabajo del árbitro."

Tras el partido, el PSG confirmó que Donnarumma se sometería a exámenes médicos el jueves, lo que lo pone en duda para el partido de la Copa de Francia contra el Lens el domingo.

A pesar de ir 2-1 abajo en la segunda mitad, el PSG reaccionó con un gol de Goncalo Ramos y un doblete de Ousmane Dembele, extendiendo su racha invicta en la liga a 16 partidos.

El PSG entra en el parón navideño como líder de la tabla con 40 puntos, 10 por delante de sus rivales más cercanos, Marsella y Mónaco.

"El objetivo se logró. Fue un partido difícil, no estuvimos a la altura en todo momento, ellos supieron reaccionar y ponerse por delante, pero estoy contento con el resultado", agregó Luis Enrique.