El grupo Friedkin completó este jueves la compra del Everton y se convirtió en el décimo dueño estadounidense de un equipo de la Premier League. Este grupo, que ya era propietario de AS Roma, pagará unos 400 millones de libras (486 millones de euros) para hacerse con la parte mayoritaria del Everton, que hasta este jueves estaba bajo la propiedad de Farhad Moshiri, un empresario multimillonario iraní.

Moshiri, quien también tuvo acciones del Arsenal en el pasado junto al empresario ruso Alisher Usmanov, compró el 49 % del Everton en 2016 y amplió posteriormente la operación al 94,1 % en 2022.

La compra y su aprobación

Friedkin llegó a un acuerdo con Moshiri el pasado 23 de septiembre y estaba a la espera de pasar el test de dueños y propietarios de la Premier League.

"La Premier League ha aprobado la compra del 98,8 % del Everton por parte del grupo Friedkin, una vez completado el test de dueños y propietarios. Una vez aprobada por la directiva, también lo ha sido por un panel independiente", dijo la Premier League en un comunicado. Dan Friedkin, dueño de la compañía, será presidente del club y, en una carta a los aficionados, expresó que es "un inmenso orgullo" pertenecer a uno de los clubes más históricos del fútbol inglés.

"El Everton representa un legado orgulloso y es un honor ser guardianes de esta gran institución. Aunque seamos nuevos en el club, entendemos completamente el rol vital que el Everton juega en la cultura local y en la vida de los aficionados tanto aquí como en todo el mundo. Estamos completamente comprometidos para honrar este legado y contribuir positivamente a la economía, la comunidad y la gente de esta gran ciudad", señaló Friedkin.

El futuro del club

El Everton, que no ha descendido a Segunda división desde la temporada 1953-1954, se encuentra actualmente en el decimosexto lugar de la clasificación y lleva varios años luchando en las últimas posiciones de la tabla. Esta compra pretende resolver los problemas financieros que arrastra el club desde hace varios años, debido a la pandemia y la pérdida de patrocinadores por la guerra de Ucrania. Estos problemas económicos llevaron al club a recibir dos sanciones deportivas la temporada pasada: una de diez puntos, que luego fue reducida a seis, y otra de dos unidades.