Hulk Hogan, uno de los nombres más grandes en la historia de la lucha libre, falleció este miércoles a los 71 años, dejando un legado inigualable en el entretenimiento deportivo. Más allá de sus años dorados como el héroe de los ’80 en la WWE, hay un momento que redefinió su carrera y sacudió por completo al universo del wrestling: el día que se volvió rudo.

El nacimiento del nWo y la traición más icónica

Era 7 de julio de 1996, en el evento WCW Bash at the Beach, cuando el mundo de la lucha libre vivió un giro inesperado. Durante una lucha de tercias entre el equipo de Lex Luger, Randy Savage y Sting contra los misteriosos invasores de la New World Order (nWo) —Scott Hall, Kevin Nash y un tercer miembro sorpresa—, el combate parecía estar desbalanceado… hasta que Hulk Hogan apareció en escena.

La expectativa era que "The Hulkster" ayudaría a los buenos. Sin embargo, en un momento que paralizó a la audiencia, Hogan aplicó su clásico leg drop sobre Randy Savage, confirmando su traición y anunciando la creación de la nWo, una facción que marcaría un antes y un después en la WCW y en la historia del wrestling.

De héroe americano a villano legendario

Durante más de una década, Hulk Hogan fue el rostro de la lucha libre en Estados Unidos: el campeón, el ídolo infantil, el símbolo de la moral y los valores. Pero ese domingo por la noche, rompió con su imagen de héroe y abrazó el rol de villano, adoptando el personaje de Hollywood Hogan.

El impacto fue tan fuerte que hubo fanáticos lanzando basura al ring, llorando y hasta gritando con rabia. Fue un momento de ruptura, pero también de evolución: Hogan demostró que aún podía reinventarse y seguir siendo el centro de atención en una nueva era.

Un legado eterno, dentro y fuera del ring

Aunque Hogan tuvo otros momentos polémicos en su vida, nadie puede negar su influencia en la cultura pop. Su turn heel fue clave para que la WCW ganara la batalla de ratings durante la "Monday Night Wars", y consolidó al nWo como una de las facciones más famosas de todos los tiempos.

Hoy, con su partida, los fans recuerdan no solo al héroe de los ’80, sino también al rudo que se atrevió a cambiar las reglas. Hulk Hogan ya era leyenda… pero con aquella traición en 1996, se convirtió también en historia viva de la lucha libre.