Piastri considera que el campeonato de Norris fue merecido por su ejecución superior, pero espera que ni la arrogancia ni los favoritismos alteren su igualdad dentro del equipo.

Anticipa plena igualdad en el equipamiento y en las decisiones estratégicas en el futuro, confiando en que McLaren mantendrá la equidad sin coronar a un líder absoluto. Su relación, de hecho, se ha profundizado tras tres temporadas de intensa rivalidad, con conversaciones fuera de pista que han evitado que las tensiones se desborden.

Norris aseguró el título de pilotos por dos puntos sobre Max Verstappen, con Piastri a 11 puntos, tras terminar segundo en la final por delante de su compañero en el podio, asegurando el tercer lugar.

Manejando momentos tensos dentro del equipo

McLaren manejó momentos críticos como en Monza, donde Piastri cedió el segundo puesto tras problemas en boxes para restaurar la posición de Norris, y en Singapur, donde el arranque agresivo de Norris provocó ajustes temporales de prioridad en otros lugares.

Ambos pilotos abrazaron el marco de las “Papaya Rules”, promoviendo carreras limpias rueda a rueda y evitando las fracturas que afectaron a duplas anteriores como Hamilton-Rosberg. Piastri atribuye esas presiones a pulir sus habilidades, transformando la incomodidad en crecimiento mutuo sin resentimientos duraderos.

La defensa de constructores del equipo en Singapur destacó cómo su sinergia maximizó los puntos, incluso en medio del caos por el título de pilotos.

Mirando hacia la defensa del título 2026

Piastri planea sesiones de revisión en el receso para afinar estrategias, pero confía en la configuración que les dio a ambos oportunidades legítimas de gloria durante una temporada con siete victorias cada uno. Entra al próximo año impulsado por las lecciones de los casi triunfos, prometiendo canalizar el desconsuelo de Abu Dhabi en una determinación más firme frente a Norris y la parrilla.

La dirigencia de McLaren, incluido Zak Brown, refuerza la ausencia de jerarquía, posicionando a la dupla para otro empuje en el campeonato de constructores con el título de pilotos en juego.

Esta armonía establece un modelo para las rivalidades, demostrando que la competencia intensa puede coexistir con respeto y elevar a todos los involucrados.